No lo duden: cambió la política en Colombia, antes los estadistas almorzaban en un hotel en Bogotá y acordaban el nombre de siete ministros, ahora el histórico almuerzo entre el expresidente César Gaviria y el nuevo presidente Gustavo Petro se dio en la Florencia de los Médicis, en la Italia azul de Gianni Agnelli, Salvatore Basile, Berlusconi y Sofia Loren, la napolitana inolvidable.
Tengo doble menú, escojan tema: César Gaviria y Gustavo Petro almorzando en una villa de la Toscana que fuera de Luchino Visconti, o prefieren leer sobre la artista Nancy González que hoy es noticia nacional e internacional porque en Cali fue retenida para extradición a Estados Unidos. Escojo a Nancy González que no pinta al óleo ni es una iluminada tocando el violín, pero llegó al curubito diseñando unas carteras, con mucho arte, color e imaginación.
Ya lo ven, venta de carteras carísimas con alto pedido en exclusivas tiendas de Los Ángeles, Miami, París y mucho en la Vía Condotti en Roma. En los cocteles y almuerzos de las señoras del estrato 14 en Capri, Milán y Biarritz lucir una cartera de Nancy González es un ‘tip’ de elegancia y de haber pagado una factura carísima. Las carteras de Nancy cuestan entre cinco y siete mil dólares que a moneda actual son 28 millones de pesos. Años atrás los millonarios venezolanos que robaban millonadas en su país, las compraban en las tiendas de postín, igual hacían los petroleros de Arabia Saudita.
Afortunada Nancy porque han valorado su arte figuras de la pasarela mundial como Jane Fonda, Paris Hilton, Tatiana Santo Domingo y la renombrada actriz Marryl Streep. Vaya, vaya, la misma Meryl Streep exigió carteras de Nancy González para lucir en su película ‘El diablo se viste de Prada’ que está en Netflix y deben verla, es un derroche de lujos por parte de señoras vanidosas con maridos millonarios. Y no se antojen.
Como la vida tiene absurdos, esta artista, esta delicada artista y amante del buen vivir, Nancy González, hoy tiene un problemón con la Justicia gringa. Según el penalista Élmer Montaña, el caso tiene zonas nebulosas y se derrumba. Punto. El almuerzo entre César Gaviria y Gustavo Petro en Florencia, fue cordial y con vinos de buen apellido, la cuenta sumó 580 euros, la pagó el expresidente Gaviria y colorín colorao.