Parece un salón de clase con adolescentes a bordo. A qué no me dejo, a qué te devuelvo el insulto, a qué hurgo en tu pasado… y luego se espera convivencia entre las nuevas generaciones cuando los adultos, los que detentan alguna jerarquía, se engarzan en peleas de barriada. No hemos educado el mundo de las emociones, es claro y ni por decreto ni con leyes se regula el comportamiento. Ocupados con la razón y el intelecto, olvidamos la bomba de tiempo que son las emociones. Allí están los resultados. Los hombres, si qué pena, dos machos desde su visión patriarcal, tratando a sus países como una caja de canicas. Olvidaron que ya no son solo individuos, sino representantes de países, lo que no les da licencia para jugar con ellos.

Cuando se leen los tuits, Milei es un provocador que Petro no supo esquivar. Se dejó enganchar… pero tal vez lo más delicado es la insolidaridad de muchos colombianos con su Presidente. Petro no es un gobernante ilegítimo, y mientras esté en ese oficio, representa a la nación. Lo mínimo que se espera es respaldo ciudadano. Terrorista o guerrillero fue Bolívar, también Mojica y muchos más… guerrillero no es el que lucha, sino el que pierde. Cuando gana se ‘convierte’ en héroe. ¿A quién le consta que Petro es asesino? Expresiones de Milei para provocar. ¿Nethanyau es asesino o defiende a su pueblo? Por ello, sentar un precedente con la expulsión de algunos diplomáticos es ‘salir’ del juego de machos y empezar a vivenciar consecuencias, marcar un límite.

Este es el mundo en que nos tocó vivir. O más preciso, el mundo en el que escogimos existir. De acuerdo al concepto espiritual (no religioso), decidimos el escenario en que nos corresponde vivir para aprender y ser conscientes de nuestros actos. Venimos a despertar consciencia, es decir, a salir del sueño profundo, del automático en el que nos sumergimos para evadir responsabilidad y en el que nos escudamos con la expresión ‘no sé qué pasó’, ‘no sé por qué lo hice’. Pero es importante ‘caer en la cuenta’ de lo que se hace… El espectáculo de los presidentes, Colombia y Argentina, es lamentable. Pero no son los únicos gobernantes con ínfulas de supermanes. Definitivamente es el colapso del mundo patriarcal, el final del ciclo donde los varones creyeron que con su prepotencia y su rabia, podían hacer lo que querían y cuando querían. En su casa, el trabajo, el vecindario, su empresa, la política. Por todos lados se sienten los estertores del fracaso del mundo varonil, de la energía patriarcal enfermiza.

Independiente del empaque-cuerpo, la energía masculina no solo la tienen los hombres (Shakira y su venganza son ejemplos de esa energía), pero es el momento de la energía femenina, conciliadora, solidaria, participativa. Es necesario que cada quien (si tiene conciencia) sepa que así como tirar un papel a la calle contribuye al desorden, vomitar improperios, denigrar de otros en forma tan ruin envenena el ambiente. Energía masculina de alcantarilla.

Esos chats ‘privados’ se vuelven un inodoro de improperios donde el o la que escribe no sabe que sus palabras retratan más su esencia que la realidad. Ya escalamos a nivel presidencial. El mundo no lo van a cambiar los gobernantes… lo cambiamos usted, yo, el vecino, en la medida en que seamos conscientes de nuestra responsabilidad.