Alguna vez se ha preguntado: ¿Qué puede hacer usted como ciudadana/o para ayudar a tener una mejor ciudad? Pues bien, la Encuesta de Percepción Ciudadana, Cali Cómo Vamos, incluyó este cuestionamiento en su más reciente medición, cuyos resultados fueron dados a conocer esta semana. Para el 35% de los encuestados, cumplir las leyes, las normas, y pagar los impuestos, es su mejor manera de aportarle a la capital del Valle.

En tanto, preservar la ciudad limpia, cuidarla para que sea turística y/o cuidar los espacios públicos, obtuvo un 27%, dejando claro en las conclusiones, que a menor edad se observa una mayor cantidad de personas que priorizan esta acción sobre las demás. Muy cerca, con un 26%, están quienes piensan que tener sentido de pertenencia por la ciudad, quererla, es su mejor manera de ayudarla, mientras que un 19% destaca el unirse con los vecinos para solucionar los problemas.

Sin duda, el cumplimiento de las normas y el ponerse al día con las responsabilidades que se tienen para que la ciudad funcione prevalece en el interés general, lo que a la vez es un reflejo del descontento frente a quienes incumplen con exigencias básicas, ya bastante reconocidas, como el irrespetar las normas de tránsito y de convivencia, transitar a altas velocidades; circular dos hombres en una moto; convertir los cortejos fúnebres en caravanas de miedo, y pasarse por la faja el ordenamiento para disminuir la contaminación visual, auditiva y ambiental. Eso, además de los que no pagan sus impuestos y/o multas, lo que constituye un detrimento para la inversión en la ciudad.

Sobresale, además, que haya un alto interés por mantener la ciudad limpia, cuidada y turística para el disfrute de quienes aquí vivimos y de quienes nos visitan, sobre todo en este mes del año, cuando muchos vienen a reencontrarse con sus familias y a disfrutar de las fiestas decembrinas, así como de la Feria de Cali.

En cuanto al sentido de pertenencia, la encuesta preguntó ¿qué tan orgullosos se sienten de Cali?, a lo que el 61% dijo estarlo. Dos aspectos sobre los que se debe insistir, porque cuando se quiere la ciudad, es más fácil que se respeten las normas, se contribuya a su progreso, se mantengan limpios los espacios públicos y haya sentido de comunidad.

Las ciudades son esencialmente el reflejo de quienes vivimos en ella y de quienes las lideran. Y es ahí donde tenemos mucho camino por recorrer: como habitantes, ser corresponsables del mantenimiento de nuestra casa común, tal y como lo hacemos con nuestros espacios de vida. Si quienes aquí vivimos sumamos pequeñas y grandes acciones y no le dejamos toda la responsabilidad a quienes la administran, o a las organizaciones y fundaciones que aportan en ello, es mucho más fácil que las cosas mejoren.

Pero no es solo una cuestión estética, es mucho más. La encuesta preguntó cómo cree que se comportan los habitantes de Cali con grupos definidos como la población migrante, a lo que el 38% respondió que mal, siendo la respuesta más dada; mientras que al respeto por las mujeres y a las personas de orientación sexual diversa tampoco les va bien. Lo que deja ver que seguimos percibiendo una marcada intolerancia frente a grupos que históricamente exigen respeto, así como la empatía para comprender que se puede construir en la diferencia, superando el prejuicio y el estigma, que en muchos casos le abren una puerta a la violencia.

La invitación es, entonces, a preguntarnos siempre qué aportamos para que la ciudad avance, más que con quejas, con las acciones. Si algo necesita la Cali pos COP16 y de cara al 2025, es una ciudadanía activa y comprometida con ella los 365 días del año. Y tú, ¿qué haces por Cali?

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