Una de las banderas de campaña del presidente Gustavo Petro fue hacer una gran Reforma Laboral en Colombia, y resultado de esto fue la presentación del Proyecto de Ley No. 192 de 2023 Cámara y el Proyecto de Ley 256 de 2023 Cámara “Por medio del cual se modifica parcialmente normas laborales y se adopta una reforma laboral para el trabajo decente y digno en Colombia”.
El debate inició en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, en medio de varias discusiones sobre su radicación; en los primeros días de diciembre de 2023 empezó la discusión de este, donde se aprobaron 12 artículos. En el siguiente periodo de sesiones, comprendido entre el 16 de febrero y el 20 de junio, debía darse la totalidad del primer debate; sin embargo, durante todo el periodo este debate estuvo totalmente estancado; fue en la última semana que el Gobierno nacional logró darle su primer debate para que la reforma siguiera viva y continuara su trámite.
Actualmente, la reforma está a la espera de que inicie una nueva legislatura, el próximo 20 de julio, donde podrá ser agendada en la plenaria de la Cámara de Representantes para dar el segundo de cuatro debates, antes de que termine la legislatura 2024-2025.
El Gobierno Nacional consolidó unas mayorías ampliamente decisorias en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, razón por la cual la Reforma Laboral logró ser aprobada sin mayor dificultad, en menos de cuatro sesiones.
Las votaciones en diferentes proyectos nos muestran cómo en estas dos primeras legislaturas el Gobierno tiene mayorías en la Cámara de Representantes, pero no es igual en el Senado de la República, lo cual podría complicar el trámite en los dos últimos debates.
El Gobierno ha anunciado en las últimas horas que procurará revivir, vía decreto, los 23 artículos que se eliminaron en la ponencia, toda vez que estos tratan temas de derechos laborales colectivos que fueron parte de su plan de gobierno, durante la campaña presidencial.
Las principales modificaciones que trae esta reforma son: limitar nuevamente la jornada máxima diaria a 8 horas, reviviendo la obligación de los empleadores de otorgar a sus empleados 2 horas semanales para actividades recreativas, culturales, deportivas o de capacitación, en tratándose de empresas con más de 50 empleados sometidos a jornada máxima legal; la jornada nocturna iniciaría a las 7:00 p. m. y no a las 9:00 p. m.; el recargo por trabajo dominical y festivo se incrementa del 75% al 100%; la creación de una licencia para que los padres asistan a obligaciones escolares como acudientes de sus hijos; exigencia de contrato de trabajo para aprendices y aumento del valor de la monetización de la cuota de aprendizaje; incremento en la indemnización por despido sin justa causa; ampliación de la licencia de paternidad de 2 a 6 semanas, entre otros.
Desde que se presentó inicialmente la Reforma Laboral han surgido voces de alerta y preocupación por los efectos de la misma. Diferentes gremios, analistas y universidades han sostenido que la entrada en vigencia de dicha ley generaría sobrecostos y una posible pérdida de 450.000 empleos. Lo cierto es que le quedan todavía tres debates para ser ley, y sus posibles efectos tienen desvelados a muchos. Amanecerá y veremos.