Es bien sabido que los desafíos del nuevo gobierno serán de gran calado y las soluciones no son fáciles de lograr. Poco a poco va despejándose la maraña electoral y van quedando como candidatos los que tienen alguna probabilidad de salir elegidos.
Es claro que ninguno va a salir solo con sus seguidores y por eso la fórmula de las coaliciones es la que hará viable las candidaturas más fuertes. Los candidatos entran por estos tiempos en la labor de conseguir votos y generar emociones para ganar adeptos, lo que es especialmente importante cuando hay tantos indecisos. Por las características de esta elección, sin candidatos que tengan posibilidad real de salir en la primera vuelta y con una campaña corta, el tema propiamente electoral consumirá el grueso de la energía y tiempo de los candidatos. Por cuenta de la necesidad de votos los argumentos populistas están a la orden del día y ya se han oído propuestas bastante descabelladas de alguno de ellos y seguramente vendrán más.
Al margen del tema puramente electoral es muy importante que quienes acompañan a los candidatos, entre quienes debe haber gente calificada en todas las campañas, piensen en el futuro y analicen los temas con seriedad. Como producto de la pandemia un grupo amplio de personas que hemos estado vinculadas al gobierno, la academia o el sector privado nos hemos venido reuniendo virtualmente desde hace más de un año en forma semanal, a conversar sobre el tema de las políticas públicas y los grandes problemas que enfrentará el país en los próximos años, con participación de expertos invitados. Como una contribución a todas las campañas se presentó esta semana una Carta Abierta que pretende llamar la atención sobre algunos de los temas más relevantes que enfrentará el próximo gobierno.
No se busca proponer fórmulas ni soluciones ni hablar de todos los temas, sino llamar la atención frente a retos ineludibles y de gran impacto para que se asuman y se aproveche el conocimiento acumulado para lo que puedan ser posteriores actos de gobierno. Se hace referencia al tema de la seguridad social con temas tan complejos como el de las pensiones, al asunto de la tributación, el ritmo de crecimiento, las deficiencias en el sistema educativo, la transición energética, el cáncer de la corrupción y la inoperancia estatal. En fin, un reto monumental.
En las discusiones y presentaciones que se tuvieron a lo largo de estos y otros temas relacionados quedó claro que hay mucho trabajo realizado, que hay diagnósticos muy serios y propuestas coherentes y sólidas de investigadores y de entidades como Fedesarrollo, que han dedicado muchas horas de trabajo a la búsqueda de alternativas.
No hay que inventar la rueda, lo que deben hacer los que pretendan ayudar con seriedad a sus candidatos no solo a buscar votos, sino a pensar en lo que sería gobernar, o apoyar u oponerse si no son elegidos es estudiar con juicio y sin prejuicios lo que existe y ganar tiempo para enfrentar los retos que se nos vienen, pensando siempre en lo que sea mejor para Colombia.