“Para qué preocuparte de lo que no existe si puedes potenciar lo que tienes”. “Hoy en día es más difícil romper los tabúes sociales que salir adelante con un cuerpo sin extensiones”. “Nací con un cuerpo sin brazos, pero aprendí a abrazar el éxito”.

Sus frases son tan poderosas, como la energía que la habita. Escucharla es un regalo y verla hacer con sus pies todo lo que usted y yo hacemos con las manos, es una de sus mejores enseñanzas, pues como ella dice, “el miedo es la discapacidad más grande”.

Adriana Macías es licenciada en Derecho, experta en recursos humanos, escritora motivacional, conferencista internacional y una de las voces más escuchadas del continente. Nació hace 46 años, en Guadalajara, México, y de niña pensó que con el tiempo los brazos le iban a crecer; lo que nunca paró de crecer fue su mente. Cuando decidió ser madre, averiguó primero de dónde venía su discapacidad; el estudio dejó claro que su situación era congénita, no genética. “Esto quiere decir que conmigo a la naturaleza se le acabó la materia prima, ya no le alcanzó, y así surgió esta historia de vida”. Esta semana estuvo en Medellín, en el She Is Global Forum 2024, que reunió a más de 1500 personas, en un evento en el que ella brilló, emocionó. Aquí, algunas frases inspiradoras de esta mujer, que toma ‘selfis’, se plancha el cabello, prende velas, toca el chelo, entre tantas otras cosas, con la sinfonía de sus pies.

Enciende tu linterna: Encontremos la luz en nosotros. Esta es mi linterna (dice, poniendo su pie derecho en el corazón). Cuando la enciendo veo cosas que nadie puede ver. Mi linterna encendió mi confianza, mi capacidad. La sombra camina con nosotros y nos recuerda que podemos elegir ser cobardes o ser valientes. Todos esos momentos de dolor y tristeza son la luz que encendió nuestras virtudes. A veces nos enfrascamos, esperando recibir algo que nos llene, hasta que descubrimos que lo que damos es lo que nos construye.

Enamórate de ti. Asúmete fuerte, valiente, completo. El mundo está lleno de personas hermosas, sintiéndose horribles; brillantes, sintiéndose inútiles; enteras, sintiéndose mutiladas. Deja que la luz permita ver la realidad de lo que eres. Cree en tu fuerza interior para que impulse tu superación, tu resiliencia.

La mente es un vendedor y la boca es un cliente. Nuestra mente lanza pensamientos como palomitas, y a veces nos manda algunos tan creativos que nos ponen a prueba y los hacemos terribles cuando llegan a la boca. Con las palabras empezamos a generar angustias, incertidumbre, quejas. No podemos limitar la mente porque es creativa y le encanta decir cosas; no hagas verbal el caos para que no sea realidad en tu vida. Mientras menos compremos algo, menos se va a producir. Mientras menos verbalicemos pensamientos negativos, menos van a ser realidad.

Sanar. Todo lo material tiene un lugar tan importante hoy, que debemos darnos espacio para buscar nuestra paz mental. Las heridas en la pierna se atienden rápido, buscamos medicamentos. Las heridas en nuestra alma no se ven y no se atienden. Démonos tiempo para sanar. Haz una pausa, cuídate, dedícate tiempo.

Gratitud de quien eres. En la vida enfrentamos retos y vamos madurando. Me daba miedo salir a la calle y hacer las cosas con los pies, delante de la gente. Me daba miedo que se asustaran y me vieran feo. Me sirvió aceptar mi realidad y cambiar mi actitud. Trabajar en mi seguridad, mi autoestima, me ha servido para quitar esos miedos que paralizan y así logré sacarle mayor provecho a los talentos, a las virtudes.

No es tan difícil, vale la pena intentarlo. Gracias, Adriana Macías.

@pagope