Hace más de 50 años inicié mi vida académica en el Departamento de Psiquiatría de la Universidad del Valle. Uno de los logros del Departamento en esa época fue desarrollar el programa de Humanización del Cuidado Médico dentro del Hospital Departamental Evaristo García, para satisfacer las necesidades humanas de los pacientes en los distintos servicios del hospital. Las dificultades para implementar dicho programa fueron muchas, incluyendo la reticencia del cuerpo médico para darle valor al tema de la humanización de la medicina en un medio donde se trabaja bajo enorme presión y donde hay muy poco tiempo para “asuntos no urgentes”.

La memoria puede que no me permita recordar muchos detalles, pero el programa tenía como metas generales:

*Establecer un sistema de supervisión y vigilancia sobre las necesidades humanas de los pacientes.

*Realizar acciones puntuales para promover la sensibilización del médico

y personal auxiliar.

*Estimular al paciente a reclamar sus derechos.

*Escuchar y motivar al paciente a que relate sus circunstancias además de las razones que lo traen a la consulta.

*Motivar al médico a explicar con claridad la naturaleza del problema.

*Asegurarse que el paciente entiende el diagnóstico, las razones detrás del tratamiento propuesto y las recomendaciones.

*Comprender que muchas veces el paciente no manifiesta sus dudas porque le da vergüenza preguntar.

*Motivar al médico a siempre ofrecer por lo menos un comentario positivo al paciente.

*Permitirle al paciente angustiado hablar sobre sus emociones y motivar al médico a administrar medicamentos apropiados si ello conlleva a reducir la angustia.

*En los procedimientos clínicos dolorosos, especialmente en niños, motivar al médico a utilizar analgésicos por tiempos cortos para aliviar un sufrimiento evitable, sin incurrir en el riesgo de una dependencia.

*Las acciones enumeradas aumentan las posibilidades de éxito del tratamiento.

La experiencia fue enriquecedora y quiero creer que dejó una huella en algunos de los profesionales y estudiantes. Sin embargo, la realidad de la presión a la que está sometido todo el personal de salud hace que la humanización de la medicina no sea siempre una prioridad, lo que se traduce en sufrimiento para el paciente y su familia.

Independientemente de la crisis de la salud actual, los pacientes que buscan apoyo siguen necesitando lo mismo que han necesitado siempre, sentir ayuda y comprensión, ya que para ellos es vital confiar en el profesional que los atiende. Paralelamente, necesitan información sobre su dolencia, pues muchos trastornos pasan desapercibidos por largos períodos, causando un sufrimiento innecesario.

Un trato humano que ayude a aliviar la angustia, el miedo y el dolor puede ser tanto o más provechoso que el mejor de los medicamentos. Para el paciente, el saberse escuchado y comprendido inicia la batalla para combatir la enfermedad y promover la salud.

Nota: El viernes 20 de octubre de 2023, a las 7:00 p.m., en el Bulevar del Río, dentro del marco de la Feria Internacional del Libro de Cali 2023 y bajo la batuta de Paola Guevara, su directora, se ampliarán este y otros temas de salud mental. Están cordialmente invitados. La entrada es libre.