Según el informe ‘Ritmo Exportador’ de la Cámara de Comercio de Cali, entre enero y agosto del presente año, el Valle del Cauca registró exportaciones de bienes por US$ 1.612 millones, teniendo un incremento del 9,7% anual. Además de esta dinámica positiva, los empresarios siguen diversificando los productos de exportación, llegando a 106 más de los registros que se traían si lo comparamos con el mismo periodo del año 2022. Destacándose en los primeros lugares azúcar, café, artículos de confitería, acumuladores eléctricos, aceite de palma y medicamentos.
Aunque los datos son alentadores para la región, es crucial establecer metas más ambiciosas en el ámbito exportador y aspirar un avance significativo en los años venideros. El Valle del Cauca debe impulsar su desarrollo a través de la internacionalización, buscando convertirse en un territorio exportador de bienes y servicios. En ese sentido, es necesario superar la tendencia de resaltar las oportunidades y ventajas existentes sin que los resultados reflejen plenamente el considerable potencial que poseemos.
En más de 30 años de apertura económica, el Valle del Cauca aún sigue con bajos niveles de internacionalización, pese a su ubicación geográfica y ventajas competitivas. Si bien el Valle del Cauca tiene más de 1.200 empresas que exportan bienes, el valor de sus exportaciones no alcanza a representar el 8% del PIB del departamento, cifra similar a la de comienzos de los años noventa.
Con el objetivo de buscar alternativas para que el departamento aumente su presencia internacional, se destaca la importancia de la exportación de servicios, especialmente en el sector turístico. Se enfatiza que el turismo debe ser considerado como un instrumento primordial para lograr la prosperidad económica, social y cultural, de forma que la calidad de vida en los municipios y corregimientos de la región mejore.
A pesar de estas oportunidades, la región enfrenta desafíos importantes, como la seguridad, que ha afectado negativamente la percepción de los turistas. Además, la conectividad aérea es esencial, ya que alrededor del 55% de los turistas llegan por esta vía, según OMT. La concesión del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón se vuelve crucial, pues es necesario definir lo más pronto posible el operador definitivo de este, que es el principal del suroccidente colombiano. Por lo tanto, se invita a trabajar en conjunto con el sector público y los gremios para atraer más aerolíneas y mejorar la conectividad con otras ciudades demandadas por los turistas.
Es fundamental que los líderes electos en cada rincón del Valle del Cauca reconozcan claramente la vocación turística de sus territorios. El turismo no debe seguir siendo considerado como opción secundaria o distante de los planes de desarrollo; más bien, debe ser visto como el instrumento primordial para lograr generación de empleo, riqueza, desarrollo, mejor calidad de vida e ingresos para las arcas públicas.
En conclusión, resulta esencial que los nuevos mandatarios del Valle del Cauca pongan el turismo como una prioridad, reconociendo plenamente la vocación turística única de la región. Este enfoque permitirá potenciar las exportaciones y revitalizar un PIB que ha experimentado rezagos en las últimas décadas. Así, es fundamental aprovechar los atractivos turísticos locales para atraer a turistas de distintos perfiles, incluyendo aquellos interesados en el turismo cultural, vacacional, de salud, deportivo, naturaleza, MICE, en donde nuestro territorio tiene todo para ser protagonista en el ámbito nacional e internacional, logrando ser un Valle más exportador.