Por mera curiosidad quise indagar cómo definía ‘progresivo’ y su opuesto, ‘regresivo’, el diccionario de la Real Academia de la lengua.

Esto fue lo que encontré.

Regresivo: Dícese de lo que hace volver atrás.

Progresivo: 1. Que avanza, favorece el avance, lo procura. 2. Que progresa o aumenta en cantidad o en perfección.

A nuestro actual gobierno se le puede aplicar, con mayor propiedad, el calificativo de regresivo, que el predicado y ostentado de progresivo.

Veamos. En materia de salud han querido retrotraerse, al modelo estatista. Añoran el Seguro Social del pasado. En lugar de preferir las alianzas con el sector privado, descalifican las EPS. Como consecuencia, las drogas escasean y se amplían las demoras en las citas.

La animadversión del Presidente hacia las alianzas estratégicas con empresas privadas es manifiesta. Recientemente, la junta de Ecopetrol consideró la posibilidad de asociarse con una petrolera, en un negocio altamente rentable, según quienes tuvieron la oportunidad de analizarlo. Él lo vetó. El progreso de la empresa estatal más importante de Colombia, no le quita el sueño. La empresa petrolera es de lejos la que más contribuye al fisco con impuestos y regalías.

La acendrada ideología ‘progresista’ del Presidente y sus inmediatos colaboradores se inspira en Marx, o sus seguidores socialistas, quienes para lograr una mayor equidad económica no encuentran otra salida que estatismo y el estrecho control a las actividades que se encuentren por fuera de su órbita económica. Quienes se ganan su sustento independientemente del gobierno, los califican de codiciosos y usurero.

El ‘progresismo’ no es de amigos del crecimiento acelerado de la economía, pues consideran que conduce inequívocamente a la desigualdad. Prefieren la autocracia, que indefectiblemente conduce al odioso centralismo. No encuentran otro camino para lograr la equidad. Los ejemplos son desastrosos: Cuba, Corea del Norte, Venezuela y Nicaragua.

En materia de seguridad, este gobierno ha abandonado las regiones más pobres, las más postradas. Con la entelequia de la paz total, le han otorgado beneficios a los subversivos y a los gamonales narcotraficantes, lo cual les han permitido gobernar a sus anchas en sus territorios, con el agravante de que continúan asesinando a los líderes comunales y reclutando menores de edad.

Ahora, se presenta una reforma laboral para el 50% de la población, el otro 50% no lo cobija la formalidad y la ley. Todo lo anterior induce a incentivar que más empresas transiten hacia la informalidad.

Manifiestan promover el turismo, la agricultura y los servicios para sustituir las exportaciones combustibles líquidos, sin embargo, promueven una reforma tributaria que encarece la flexibilidad laboral. De las actividades donde más se emplea el trabajo temporal es precisamente en las actividades que pretenden incentivar. La flexibilidad laboral y el aumento del empleo van de la mano.

Cuando se hace un repaso de lo que el gobierno del presidente Petro ha propuesto realizar, es muy difícil asimilarlo como un gobierno que pretenda avanzar, un mandato orientado a progresar. Se identifica mejor con un Estado que mira hacia atrás y favorece la autocracia. No de otra manera se pueden interpretar sus críticas acérrimas a cualquier institución que contradiga sus deseos.