Nuevamente el Valle sigue en el sótano del ranking de competitividad departamental en el pilar de educación básica y media, quedó en el puesto 21 entre 33. Mientras que su ubicación en el ranking general de competitividad estuvo en el puesto 7 en el informe entregado recientemente por el Consejo Privado de Competitividad. Es decir, que estamos muy mal en educación. Allí es donde tenemos que poner todo el foco de los esfuerzos de política pública, de responsabilidad social empresarial y organización social.
Veamos las variables que se analizaron y que nos pusieron en la parte baja del ranking en educación básica y media. En el tema hay dos áreas que buscan medir este ejercicio de competitividad: Cobertura y Calidad. En ambos nos va mal, pero especialmente en el de cobertura. Es decir, que estamos sencillamente dejando a un lado a muchos niños y niñas del ejercicio efectivo de su derecho a la educación; que estamos siendo responsables de la exclusión de niños y niñas de oportunidades para su futuro; que estamos atentando contra la sostenibilidad social en nuestra región; que como región no estamos asumiendo la formación de talento humano para el mañana.
Analicemos las variables de cobertura. En cobertura neta de educación preescolar, puesto 24. Es realmente doloroso que niños y niñas de 0 a 5 años estén fuera de toda posibilidad de cuidado en el sistema educativo. En cobertura neta de educación básica primaria, puesto 31. Es llamativo que en este campo las situaciones de algunos barrios en ciudades y no pocos sectores rurales, están sufriendo de falta de infraestructura y profesores para ofrecer cupos para los infantes. Cobertura neta de educación secundaria, puesto 23. Hay un problema de acceso de los niños y niñas a la educación. Y lo que es peor, en la última variable cobertura, tenemos una tasa alta de deserción escolar en educación básica y media, que nos ubica en el puesto 21. Así, que no todos los niños y niñas que deberían estudiar están estudiando, y de los que entran desertan más en el Valle que en otras regiones.
Observemos cómo nos va en las variables de calidad. Una medición estándar es la de Saber 11 que estamos en el puesto 11, pero cuando ya focalizamos en resultados Saber 11 de colegios oficiales bajamos al puesto 17. Los estudiosos de la educación señalan que una de las variables claves del éxito de un sistema educativo radica en la calidad de sus profesores. Pues bien, en la formación con posgrado de los profesores oficiales estamos en el puesto 24 a nivel nacional. Muy triste. Hay que darles más educación a los educadores para que a su vez ellos puedan ser mejores dinamizadores de los procesos de enseñanza-aprendizaje de los niños y niñas. Otro punto muy sensible es la relación de número de estudiantes por profesor, que estamos en el puesto 17 a nivel del país. Finalmente, está el esfuerzo territorial de inversión en educación, en este aspecto estamos en el fondo del ranking, estamos en el puesto 30. Sencillamente escandaloso. Los entes territoriales no están haciendo un esfuerzo fiscal para complementar los recursos nacionales del sistema general de participación para la educación.
Ahora en las campañas políticas regionales es clave que el tema de la educación quede al centro de las propuestas y que los electores tengan sumo cuidado de votar por los que se comprometan con la educación.
* Rector Universidad Javeriana Cali