Para conmemorar los 70 años de la lucha de las mujeres colombianas por su derecho al voto, la directora colombiana Patricia Castañeda ha logrado una excelente producción cinematográfica que lleva el título Estimados Señores. La protagonista es Esmerilada Arboleda, caleña, una de las siete hijas de doña Rosita Cadavid, que educó siete mujeres con su trabajo de floristería, quizá la primera que hubo en Cali.
Cuenta la historia, que fue ella quien le inculcó a Esmeralda, que era una niña rebelde y contestataria, su vocación por el derecho y por la causa de la mujer.
Estudió Esmeralda en la Universidad del Cauca, la facultad de leyes de ese tiempo, en una clase donde era la única mujer. No se dedicó sola a escalar las posiciones que seguro lograría; siempre fue independiente y no tuvo necesidad de un marido para subsistir, pues en esa época se consideraba que las mujeres deberían estar en la casa y criar a los hijos. Ella convocó un movimiento de mujeres para lograr el voto para esa otra mitad de la población que es femenina.
La película se centra en la batalla librada por Esmeralda y por Josefina Valencia para convencer a los constituyentes de la Asamblea que convocó Rojas Pinilla para legitimar su gobierno. Josefina Ambas fueron finalmente aceptadas como constituyentes. Usaron todas las estrategias para convencer a los señores, del derecho de las mujeres al voto, en un momento en que Colombia era en Latinoamérica uno de los dos países donde las mujeres no podían votar y no estaba obedeciendo el mandato de las Naciones Unidas sobre la igualdad de género.
Es interesante hacer un paralelo sobre esa otra batalla que libramos las mujeres en 1991 para sacar adelante la Ley de Cuotas, una iniciativa del Valle del Cauca, donde participó la Federación Internacional de Abogadas (Fida), con el apoyo de la constituyente María Teresa Garcés, representante del M19, una de las 4 mujeres que conformaron la Constituyente de 80 miembros. No fue fácil. Finalmente, Rodrigo Lloreda aceptó incluir el artículo 40, numeral 7, que dice: “Las autoridades garantizan la adecuada y efectiva participación de la mujer en los niveles decisorios del Estado”, precepto reglamentado por la Ley 581 del 2000 y que por la palabra ‘adecuada’ solo se logró el 30 % y no el 50. Sin duda, esta ley es la responsable de que tengamos mujeres gobernadoras, alcaldesas, vicepresidentas, Procuradora, Fiscal y pronto una presidenta mujer.
Otro paralelo, en la parte humana, es cuando a Esmeralda le informan que Sergio, su hijo, estaba hospitalizado por un accidente en el colegio y ella está en un momento clave de conciliación. En medio del cabildeo de la Ley de Cuotas, falleció mi madre y también tuve que abandonar el recinto y delegar la culminación de los acuerdos. Así han sido las luchas que hemos dado las mujeres por nuestras congéneres y por nuestro país.