Me parece muy oportuno que el gobierno colombiano haya aceptado realizar la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, conocida como COP16, y que el gobierno de Cali, en medio de tantas dificultades sociales, ambientales, económicas y de seguridad le haya aceptado al gobierno colombiano ser el responsable de la organización y realización de tan importante evento internacional, del 20 de octubre al 1 de noviembre de 2024.

Es conveniente señalar que la responsabilidad, tanto del gobierno de Cali como de la Gobernación del Valle del Cauca, es de gran exigencia no solo con la población urbana y rural del Pacífico colombiano, sino también con el propio gobierno nacional y la comunidad internacional.

En tal sentido, no deja de ser preocupante que, a 4 meses de iniciarse tal evento, la inmensa mayoría de las personas que vivimos en Cali desconozcamos cuál será el valor total y cuánto tendrá que aportar el gobierno nacional, la gobernación del Valle del Cauca, los gremios empresariales y el municipio de Cali.

Digo esto porque, como persona que vivo en Cali, comienza a ser alarmante que a esos escasos 4 meses de su inicio, las calles de Cali, sus zonas verdes y algunas plazas de mercado como la de Siloé estén abandonadas, sucias y sin iluminación suficiente. También se tendría que revisar la limpieza, incluyendo las zonas verdes de sus siete ríos, así como todo lo relacionado con el derecho a la seguridad y convivencia pacífica de sus habitantes, incluyendo los que viven en los municipios que limitan con Cali y el norte del departamento del Cauca.

En otras palabras, es importante que todos los que vivimos en Cali o en los municipios aledaños, veamos, desde ahora y después de la realización de la COP16, hechos concretos en favor de la población que nos permitan decir y defender públicamente que valieron los esfuerzos materiales y humanos invertidos en la realización de dicho evento y para evitar que el éxito de la misma quede reducido solo al beneficio de algunas personas, a la aprobación del tradicional llamamiento final o un largo discurso de instalación por parte de las autoridades gubernamentales o de la ONU.

Como constituyente del 91 y exgobernador del Valle del Cauca (2004 - 2007) me permito sugerir al Sr. Alcalde de Cali y a la Sra. Gobernadora del Valle del Cauca que, aprovechando la cercana realización de la COP16 en Cali, promuevan una reunión de trabajo para el próximo mes de julio con presencia del Presidente la República, su equipo de gobierno, los gobernadores departamentales y alcaldes municipales de la región del Pacífico colombiano donde, bajo la figura de que ‘todos ponen’, y con presencia de delegados de la ONU se acuerden acciones de Estado concretas, en favor de la lucha contra la pobreza, la discriminación, la violencia, la contaminación ambiental y los sucios e ilegales negocios del oro y de la coca en la región del Pacífico colombiano.

Considero que, de concretarse dicha reunión, sus deliberaciones y conclusiones se pueden convertir en un buen ejemplo a seguir por los integrantes de la COP 16, en materia de participación ciudadana, pero, ante todo, de compromiso de Colombia, del Valle del Cauca y de Cali en favor de un medio ambiente sano y sostenible.