A Cali no le queda grande el reto de realizar una COP 16 que esté a la altura de las grandes cumbres internacionales sobre medio ambiente. Para ello se prepara con dedicación para que todo se encuentre a punto el próximo 21 de octubre, día que se dará inicio oficial al encuentro más importante que tiene el mundo para hablar y tomar decisiones sobre su biodiversidad.
Desde el momento en que la ciudad se postuló como sede, entendió la responsabilidad que tenía al recibir cerca de 12 mil visitantes y ser el epicentro tanto de los diálogos como de las discusiones que permitan a la humanidad ponerse de acuerdo para garantizar la conservación de las especies naturales que habitan el planeta así como de los espacios en los que ellas viven.
Sus autoridades supieron que sería una carrera contra reloj, porque lo que normalmente se organiza en dos años esta vez tendría que hacerse en poco más de ocho meses. En febrero pasado, cuando el veredicto se dio y la capital del Valle fue seleccionada para acoger la COP 16, la Alcaldía de Alejandro Eder emprendió el más arduo trabajo junto a la gobernadora Dilian Francisca Toro, los mandatarios del Pacífico colombiano, de la mano con el Ministerio del Medio Ambiente y el Gobierno Nacional.
Así es como poco a poco se van poniendo a punto los escenarios, entre ellos el Centro de Eventos Valle del Pacífico donde se concentrará la llamada Zona Azul, es decir el lugar donde Naciones Unidas dirigirá las conversaciones entre mandatarios o delegados de 198 países. Las Zonas Verdes, que son los sitios de reunión de asistentes, visitantes y población en general, con una gran oferta cultural, académica y comercial estarán concentradas en diferentes lugares de la capital del Valle.
Como será además la oportunidad para mostrar al Pacífico colombiano, junto a las comunidades ancestrales y campesinas que cuidan sus recursos naturales, la propuesta turística para quienes lleguen a Cali en el marco de la COP 16 será amplia y variada.
Por supuesto hay preocupaciones, entre ellas la de garantizar la seguridad en la ciudad, en particular en aquellos escenarios que acogerán el que es, sin duda, el evento con mayor trascendencia realizado en esta comarca. No son momentos fáciles los que se viven en sus alrededores y en departamentos vecinos como el Cauca por el accionar de grupos violentos, pero se debe reconocer el trabajo conjunto entre las autoridades locales y regionales, la Policía y las Fuerzas Armadas para garantizar el orden y la tranquilidad.
Si bien Cali es la sede oficial de la COP 16, es todo un país el que tiene el honor y la responsabilidad de realizar con éxito la cumbre mundial sobre biodiversidad. Por ello Colombia, que ostentará durante los próximos dos años la presidencia de esta Conferencia de las Partes y por lo tanto conducirá el diálogo sobre buena parte del futuro ambiental del planeta, debe rodear al Valle del Cauca, a su capital y al Pacífico en general para asegurar el éxito de la Cumbre. Es parte de tranquilidad hay que darlo.