Las mal llamadas barras bravas del fútbol vuelven a protagonizar hechos de violencia en Cali.

En esta ocasión, el periodismo es el blanco de ataques de bandidos que se esconden bajo la fachada de hinchas.

La periodista Viviana Llorente, del canal RCN, es la protagonista de este nuevo y absurdo escenario.

Por una investigación que adelanta sobre el robo de ‘trapos’ a uno de los equipos locales, la comunicadora social ha recibido amenazas en contra de su vida y de su integridad.

Ya no solo son los ataques a otros hinchas o el vandalismo en las calles de la ciudad.

Ahora también se pretende ponerle una mordaza a la prensa y coartar la libertad de información, todo a nombre del fútbol.

Es la violencia que se volvió usual en las calles de Cali, donde el simple hecho de portar una camiseta alusiva al América o al Deportivo Cali se puede convertir en motivo de ataques.

El amor por un equipo de fútbol no puede ser la excusa para realizar actos criminales, ni se puede tolerar a unos pocos delincuentes que se disfrazan de hinchas.

Hoy de nuevo se debe preguntar qué están haciendo las autoridades locales y los mismos equipos de fútbol de la ciudad para detener la violencia de las barras bravas.

Promover la educación, la tolerancia y el respeto dentro del fútbol, debe ser una prioridad en la ciudad y el país.