El Valle del Cauca sigue siendo la tercera economía del país, con un aporte de casi el 10% del Producto Interno Bruto (PIB).
Su desarrollo depende, en gran parte, del consumo interno, pues cuenta con una industria que le vende sobre todo a Colombia, aunque ha logrado avanzar de manera importante en los mercados externos.
De ahí que la desaceleración que ha vivido el país, en especial en sectores como la industria, comercio y vivienda, actividades que dependen del estado de ánimo de los consumidores y de sus finanzas, también le ha pegado al departamento, cuya economía se fue en retroceso en 2023.
Datos de Indicador Mensual de Actividad Económica, Imae, que mide la Universidad Javeriana de Cali, evidencian el golpe que recibió la región, con un crecimiento estimado de apenas 0,5% en el 2023. Además, se presentaron dos trimestres con cifras negativas respecto al crecimiento.
El panorama no parece tan alentador, sin embargo, hay razones y fortalezas regionales que hacen pensar que la recuperación del departamento puede darse más rápido de lo esperado.
Pero, para ello, se requiere de las políticas públicas tanto de la administración local como departamental. Es momento, no solo de exigir medidas nacionales, sino de que la Alcaldía de Cali y la Gobernación el Valle del Cauca se fijen estrategias que apoyen esa reactivación.
Los gremios de la producción han hecho propuestas concretas, en especial el sector de la construcción que está pidiendo estímulos locales a la inversión, además de subsidios. El reto es grande, sobre todo, porque la capital del Valle no tiene mucho margen de maniobra en la parte financiera, pero es necesario llevarlas a cabo.
Para ello se requiere tomar acciones inmediatas, no hay tiempo que esperar, sobre todo porque algunas medidas deben pasar por el Concejo Distrital, en el caso local, y por la Asamblea, en lo que concierne al Valle. Otras medidas solo requieren de la voluntad de las administraciones de acelerar, por ejemplo, la ejecución presupuestal de las secretarias y mover la inversión local.
El Valle del Cauca tiene fortalezas y ventajas que, con el impulso necesario, pueden llevar a qué la economía regional repunte de manera acelerada. Se destaca un tejido empresarial fortalecido, la presencia de más de 150 multinacionales, la proyección de llegada de nuevas empresas por parte de Invest Pacific, una tasa de desempleo que no se ha venido en picada, pese a la desaceleración, y hogares que están recibiendo importantes recursos por remesas. En el 2023, estás últimas fueron US$2600 millones que ayudaron a dinamizar la economía.
Si a esto se unen unas políticas regionales claras de apoyo a la reactivación, es posible que el departamento logre, de forma más rápida, acelerar el crecimiento. Es momento de que la región escuche a su sector productivo y no pase lo mismo que está sucediendo a nivel nacional.