A lo largo del año desde varios sectores de la economía le han pedido al Gobierno Nacional diseñar un plan de reactivación concertado, especialmente enfocado en los sectores que más problemas han tenido para recuperarse como la industria, la construcción y el comercio.

Cada que salen los indicadores principales de la economía, los líderes de estos sectores insisten en el llamado a crear un plan de reactivación. Sin embargo, no han tenido receptividad por parte del Estado.

Esta semana se conoció el dato de crecimiento de la economía, hasta el tercer trimestre del año, el cual mostró una evolución de 2,0%. A simple vista podría decirse que no es malo porque la cifra es positiva, pero al mismo tiempo evidencia que la recuperación avanza a paso lento y que los sectores que vienen pidiendo ayuda siguen en crisis.

La industria tiene una caída en lo corrido del año del 2,8% y la construcción, aunque crece 2,4%, en igual periodo, muestra que dicho avance es por las obras civiles y no por la vivienda, pues el PIB de edificaciones arrastra cinco trimestres de disminución, en especial la inversión en desarrollo habitacional.

Solo estos dos sectores son altamente intensivos en mano de obra, además de tener grandes encadenamientos productivos que hacen que su reactivación se refleje en muchas industrias. Es decir, que si estos pudieran despegar sería una garantía de que otros subsectores harían lo mismo y que esto se reflejaría en unos meses en mayor contratación.

Camacol, gremio que representa a los constructores, ha pedido tres cosas: que se garantice el presupuesto necesario para los 50 mil subsidios de Mi Casa Ya (MCY) del 2025, con las correspondientes coberturas a la tasa de interés, esto depende del Gobierno. También que las regiones hagan un aporte y que se impulse el crecimiento sostenible de la vivienda.

La respuesta del Gobierno en términos de reactivación ha sido el pacto por el crédito que se hizo con la banca, que según recientes cifras de la Superfinanciera ha permitir aprobar $24 billones para diferentes sectores de la economía. Importante, pero esto no parece ser suficiente.

Es hora de que el presidente Petro piense en el país, en su conjunto, escuche y deje atrás las disputas por el bien de Colombia. Este Gobierno ya completó dos años y, aunque desde el primer momento el Mandatario planteó un pacto nacional, nunca abrió realmente el espacio para lograr una concertación. No ha escuchado a todos los gremios y como consecuencia la economía crece a paso lento.

Los analistas estiman que al final del 2024 el crecimiento no llegará al 2%, algunos hablan de 1,5%, otros de 1,8%. En todo caso una cifra insuficiente para impulsar la industria y la construcción, el consumo y sobre todo para generar el empleo que requiere el país.

Colombia debería estar creciendo por encima del 3,5% y algunos expertos dicen que para cerrar las históricas brechas, el PIB de variar por encima del 5% anual, algo que se ve lejano en este Gobierno.