Cali es uno de los grandes tesoros de la biodiversidad colombiana. Pocas ciudades del país cuentan en su geografía con 7 ríos urbanos, tres más rurales, 61 humedales y 12 ecoparques. Muy pocas pueden decir que cuentan con 13 ecosistemas diferentes en los que habitan casi 600 especies de aves.

El corregimiento de Pance, que se extiende a lo largo de 105 kilómetros desde las orillas del Parque Nacional Natural de Los Farallones, es una de las más grandes joyas de ese patrimonio biodiverso. Y garantizar su conservación debe ser una prioridad de todos los caleños.

Por eso hay que aplaudir la respuesta contundente que la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, dio esta semana frente a un supuesto proyecto agroindustrial y ecoturístico de carácter privado que se pretende poner en marcha en Pance.

Como lo reveló El País, existen suficientes motivos para dudar sobre lo que hay detrás del mismo. El supuesto proyecto se ejecutaría en un predio privado que se negoció hace menos de dos meses en el sector de El Porvenir, vereda de San Francisco. Es la misma zona hacia donde la CVC quiso expandir, hace dos años, el Distrito Regional de Manejo Integrado de Pance, que no es más que un espacio de amortiguación para proteger el parque de los Farallones de Cali.

Pero esa fue una acción frustrada. La CVC argumenta que, extrañamente, se desató una campaña de desprestigio en su contra, que llevó a la comunidad local a rechazar el proceso. Y, dos años después, los gestores de este proyecto privado han aparecido advirtiendo que ya tienen más de 2.000 socios.

¿Qué hay detrás? Hasta ahora, nada que permita tener suficiente claridad. Sin más socialización que un video puesto a circular en redes sociales, los promotores de la iniciativa hablan sobre poner en marcha actividades de ecoturismo, piscicultura, porcicultura y hasta ganadería en esa zona rural.

Y el líder de la iniciativa dijo a El País que cuenta con una resolución del Ministerio de Ambiente y de Parques Nacionales que le da sustento legal a su idea, pero no la suministró. También reconoce que aún no tiene las licencias para hacer esas intervenciones que proyecta, pero su publicidad busca atraer a nuevos potenciales inversionistas.

Se vislumbra, entonces, una controversia jurídica sobre el caso. La CVC ya advirtió que no otorgará ninguno de los permisos que solicitan quienes impulsan el proyecto, mientras que estos argumentan tener las herramientas legales para sacarlo adelante.

Cali, entre tanto, debe permanecer alerta frente a lo que allí ocurra. Porque las dudas expresadas por la máxima autoridad ambiental de la región son un campanazo de alerta que no se puede desconocer.

Pance es un patrimonio natural que no solo acoge buena parte de nuestra biodiversidad. También es componente fundamental de la identidad misma del pueblo caleño y conservarlo es proteger una parte del alma y la naturaleza de Cali.