Como ya ha ocurrido en el pasado, una nueva polémica se cierne sobre la reglamentación de la publicidad exterior o las vallas publicitarias de gran tamaño en Cali. En este momento, cursa en el Concejo de la ciudad el proyecto de acuerdo 020, que está listo para segundo debate y busca cambiar algunas reglas de juego frente a la norma que deben cumplir las empresas que instalan esos carteles.

Una de esas reglas es que ahora no sería obligatorio que entre valla y valla se respete un espacio mínimo lineal de 160 metros, sino que ahora podrían estar a 100 metros de distancia la una de la otra. Otro punto permite que las empresas usen las vías locales de los barrios para instalar estas grandes estructuras, lo cual no está avalado en la actualidad.

Pese a que propuestas como estas generarían una mayor contaminación visual para los caleños en vías principales, secundarias, colectoras y locales, el proyecto fue aprobado con cuatro votos positivos contra tres en la Comisión de Plan y Tierras, sin reconocer los cuestionamientos que se han venido realizando desde agremiaciones como la Red Publicitaria de Cali, que agrupa a ocho empresas de este sector comercial en la ciudad.

Este grupo le dijo a El País que su mayor preocupación está en que continúe una suerte de competencia desleal que se viene ejerciendo desde hace varios años, en la cual se ha favorecido a una sola compañía que tiene un importante número de vallas ilegales instaladas y que es cuestionada tanto por estar en vías de los barrios como por no respetar la distancia mínima.

De hecho, señalaron que con el actual proyecto de acuerdo se estarían dando las herramientas jurídicas para legalizar las vallas que actualmente incumplen la norma. Sin duda, la gran pregunta es, ¿qué hay detrás del negocio de las vallas publicitarias en Cali?

Aunque la Red Publicitaria no reveló el nombre de la empresa, hay quienes aseguran que se trata de una firma cuyos dueños son conocidos como ‘los reyes de las vallas publicitarias’. Además, habrían estado inmersos en polémicas en el pasado con otras alcaldías y concejos de la ciudad por supuesto favorecimiento y por ser los más escogidos para publicitar a candidatos de varios partidos en elecciones anteriores.

Por ello, la pregunta que ronda en la opinión pública es si esas condiciones habrían tenido alguna incidencia en el proyecto que hace curso en el Concejo caleño y que ya fue aprobado en primer debate.

Aún no hay fecha para el segundo debate del proyecto 020 de 2024, pero desde ya hay que exigirles a los cabildantes que se garantice la transparencia en el proceso, que se haga un debate abierto sobre los supuestos favorecimientos denunciados y en primer lugar que se tenga como prioridad el análisis sobre cómo las nuevas disposiciones podrían o no afectar la calidad de vida de los caleños.

Solo así podrán disiparse las dudas frente al negocio de las vallas en Cali.