La Mesa Ciudadana convocada ayer por El País sobre la creación del Área Metropolitana del Suroccidente Colombiano, AMSO, tuvo como objetivo conocer de primera mano las oportunidades y desafíos de esa posible unión regional, así como brindar información suficiente para que los ciudadanos voten a conciencia en el proceso democrático que se realizará el 24 de noviembre. De ellos dependerá que se consolide esa propuesta o se le dé el No definitivo.
Un año después de aprobarse en el Congreso de la República la iniciativa de convocar a un referendo para la conformación de un Área Metropolitana entre Cali, Palmira, Dagua, Candelaria y Jamundí, en el Valle, así como Puerto Tejada y Villa Rica, municipios del departamento del Cauca, la cita para tomar la decisión en las urnas está ya próxima. Llama la atención que a pocos días de esa consulta popular, algunas de las Administraciones locales que de manera libre y autónoma determinaron participar en el proceso, hoy no parezcan tener claridad sobre su posición.
Lo primero que se debe resaltar es el cumplimiento de la Registraduría Nacional del Estado Civil para realizar la jornada electoral, en la que es necesaria la participación de al menos el 5% del umbral electoral de cada municipio y que las mayorías simples de los votantes lo hagan por una u otra posibilidad, es decir por el Sí o por No, para que tenga validez. Para ello se han dispuesto los centros de votación, se ha convocado a los jurados de las mesas y a quienes quieran ejercer como observadores para garantizar la transparencia, y se han invertido cerca de $30.000 millones.
Como se observó durante la Mesa Ciudadana, a la que se invitó a los alcaldes de los siete municipios o a sus representantes así como a la Gobernación del Valle, algunos de los cuales declinaron a última hora su participación, la falta de información y la tergiversación son los mayores enemigos en este proceso democrático. La ley 1625 de 2013, sobre integración regional, es clara en los alcances y las disposiciones generales que se pueden aplicar al conformar un Área Metropolitana como la que se pretende para el suroccidente colombiano.
Lo que se ofrece es un marco para que, de manera coordinada y en igualdad de condiciones, se tomen decisiones sobre problemas o propósitos comunes en aspectos como el transporte, la planificación urbana, los servicios públicos, entre muchos otros, que beneficien a todos. Ni Cali manejará las finanzas de Palmira o se quedará con los ingresos que genere el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, ni Puerto Tejada o Jamundí le podrán recargar sus responsabilidades a la capital del Valle. Se trata de trabajar juntos por el progreso y el desarrollo de todos.
En su autonomía, los ciudadanos serán quienes dispongan con sus votos, el domingo 24 de noviembre, si quieren o no que su municipio haga parte de la AMSO. Para que la consulta popular, que es un instrumento de validación democrática, sea exitosa, es necesario que en estos próximos diez días se termine de hacer la pedagogía necesaria, para que quienes participen en el referendo lo hagan bien informados y con convencimiento.