Dicen que es la droga milagro. Un pariente mío perdió 25 kilos en cuatro meses. A otro amigo se la dieron en la EPS porque la droga que tomaba hacía dos años para la diabetes ya no estaba disponible, le dijeron que curaba todo y como a caballo regalado no se le mira el colmillo, se aplicó 8 dosis inyectadas por 8 semanas y no se murió de milagro. Dejó de comer tirado en una cama y solo esperaba la muerte, empezó a perder la memoria y una de las pocas veces que se levantaba perdió el equilibrio y se cayó.

No se le podía hablar porque gruñía y estaba sumido en una horrible depresión. Pensó que tenía cáncer, un accidente cerebro vascular y otros males, pero los signos vitales no parecían cambiar, decidió visitar a su médico de cabecera y le contó lo que sentía y o coincidencia, él también había sufrido de lo mismo, no era dengue, ni gripa aviar, ni covid, era otra posible víctima del famoso Ozempic.

Esta medicina es lo suficientemente nueva, para medir los efectos secundarios a largo plazo y así como mucha gente pierde peso y pacientes de diabetes 2 la toman y no parece hacerles daño, en otros, tiene efectos devastadores. Dicen que podría dar tumores de tiroides e incluso cáncer. No debe ser utilizado por mujeres embarazadas o amamantando, pues no se sabe si el Ozempic puede afectar a un bebé en gestación o si afecta la leche materna.

Hay otros posibles síntomas secundarios como pancreatitis, hipoglicemia, mareos o aturdimiento, vista borrosa, ansiedad, irritabilidad o cambios de humor, sudoración, habla arrastrada, confusión o somnolencia, temblores, debilidad, dolor de cabeza, latidos cardíacos acelerados y sensación de agitación. A veces diarrea, náusea, dolor de estómago y, por lo tanto, deshidratación. Lo complicado es que los síntomas persisten por algún tiempo después de haberlo suspendido.

Unos de los males del mundo moderno y sobre todos de los países más ricos es la obesidad. La droga milagro produce la pérdida de peso casi inmediata. Nosotros, las gorditas y los gorditos nos sentimos felices, vemos como la báscula baja aceleradamente, y nos da pánico suspenderla, así lleguemos al peso ideal.

Se calcula que el número de pacientes que tomarán esas medicinas se va a multiplicar por 5 antes del 2035, hasta los 24 millones de personas y que ellos reducirán sus calorías entre un 20 y un 30%, dejando de comer comida chatarra. Solo el consumo de galletas Ritz con queso filadelfia ha caído un 5% en bolsa.

Por mucho Ozempic y como dicen los dietistas, si no cambiamos los hábitos alimenticios, no hacemos ejercicio, no subimos los domingos a las tres cruces y dejamos de ir al gimnasio, el milagro, se desvanece como el vestido de la cenicienta.