En los próximos días, 27 y 28 de septiembre, se desarrollará en Cali la 5ta Cumbre del Clima Colombia Latinoamérica. Este evento es organizado por la Asociación Colombiana de Actores del Mercado de Carbono, reuniendo a múltiples organizaciones nacionales e internacionales con el objetivo de analizar, evaluar y dialogar sobre los aprendizajes, el futuro y las oportunidades de los mercados de carbono en el continente.
En esta versión, llama la atención que el eje central de la cumbre será el rol de las comunidades en el crecimiento de este mercado y la implementación de soluciones basadas en la naturaleza.
Celebro que sea Cali el lugar elegido para llevar a cabo esta cumbre de talla internacional, pues se está reconociendo el potencial que tiene la región Pacífico colombiana y sus comunidades para el desarrollo de proyectos del mercado voluntario de carbono, tanto de deforestación evitada o reducida (denominados Redd +) como aquellos de restauración; y sobre todo porque este mercado brinda respuestas al enorme reto que tenemos como región de promover desarrollo sostenible y verdaderas oportunidades económicas a las comunidades indígenas y afrocolombianas titulares de más de trece millones de hectáreas colectivas en los departamentos de Valle, Cauca, Nariño y mayoritariamente en Chocó.
Este escenario también es una oportunidad para visibilizar el valioso trabajo que hacen 35 consejos comunitarios afro y siete resguardos indígenas del Pacífico, quienes implementan 19 proyectos Redd + en sus territorios y, a través de la gestión sostenible de los bosques, llegarán a capturar más de 9 millones de toneladas de CO2, según cifras del registro nacional de reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero.
Se trata de proyectos en los cuales la comunidad, con el acompañamiento técnico de un desarrollador, implementa actividades de conservación y manejo sostenible de hectáreas de bosque, en donde se verifica la captura de carbono, y a partir de esto se emiten bonos de acuerdo con el total verificado.
El precio de los bonos oscilan entre los 40 y 80 dólares por tonelada capturada, de acuerdo con cifras del Banco Mundial, y al ser comercializados, los beneficios se distribuyen entre la comunidad y el desarrollador en los porcentajes que hayan establecido las partes.
De esta forma, las comunidades étnicas han encontrado en el mercado voluntario de carbono las oportunidades de generación de ingresos y de creación de condiciones básicas de desarrollo en sus territorios que el Estado no les ha brindado; sin embargo, garantizar que puedan participar en condiciones adecuadas y justas del mercado es un gran desafío por sí mismo.
Por esta razón, esta 5ta cumbre debe abordar estrategias que promuevan la transparencia entre los actores de la cadena de valor del mercado, especialmente entre desarrolladores de proyectos y las comunidades, así como acciones de fortalecimiento de la gobernanza territorial de las comunidades que las prepare para administrar de manera eficiente los recursos obtenidos, en aras de lograr la provisión de bienes y servicios básicos que tanto necesitan estos territorios y mejorar así la calidad de vida de las comunidades.