Mientras la Selección Colombia del fútbol femenino llega a la final de la Copa América por tercera vez, clasifica al Mundial de Australia 2023 y asegura su cupo para los Juegos Olímpicos de París 2024, la liga nacional se suspende para el próximo semestre y por tiempo indefinido.
Poco importa que ese deporte vaya ganando adeptos y llene estadios, como ocurrió en el Pascual Guerrero donde 34.000 aficionados asistieron para ver a la Selección en la primera ronda de la copa continental.
Los dirigentes del fútbol nacional bajaron los brazos y no consiguieron los recursos necesarios para realizar el torneo.
Y las empresas colombianas tampoco aprovecharon la oportunidad de patrocinar el fútbol femenino a pesar de estar en pleno ascenso.
Las jugadoras nacionales han demostrado que son profesionales, tienen calidad y están comprometidas, por lo que hoy disputarán el título frente a Brasil, la selección que ha ganado siete de las nueve Copas América disputadas.
El fútbol de mujeres, que hoy le brinda tantas satisfacciones al país, toma fuerza y convoca al público que asiste con entusiasmo y en paz al estadio, necesita ser respaldo para que no muera la Liga Nacional.