Cuando se registran 2266 accidentes de tránsito en menos de 90 días, que dejan 51 muertos y 1186 lesionados, es porque hay serios problemas con el cumplimiento de las normas de movilidad.
Ese es el panorama que presenta Cali, donde en los tres primeros meses de este año la siniestralidad vial ha aumentado en un 28,6% comparado con el mismo periodo del año anterior.
La muerte del exfutbolista Freddy Rincón, luego de que la camioneta en la que viajaba se pasó a alta velocidad un semáforo en rojo durante la madrugada del 11 de abril, colisionando contra un bus del MÍO, es el lamentable recordatorio de los altos índices de accidentalidad en las calles de la ciudad.
Y refleja cómo las normas que son creadas para ordenar el tránsito y en primer lugar para proteger la vida y brindar la seguridad que requiere la movilidad, son ignoradas no en pocas oportunidades por los conductores.
La imprudencia es la principal causa de la accidentalidad en Cali, pero a ello se suma que la capital del Valle es una de las ciudades donde más circulan motos, que ocasionan la tercera parte de los siniestros, mientras que el 33% de los vehículos circulan sin revisión tecnomecánica.
Mientras no se eduque a los caleños para que conozcan y cumplan las leyes de tránsito, y no se comprenda que la vida es lo primero, la ciudad registrará las estadísticas de accidentes viales que hoy presenta y lamentará los muertos y heridos que ellos dejan.