Las amenazas de muerte que han recibido los concejales de Cali y Jamundí, Marlon Cubillos e Ivonne Giraldo, deben acaparar toda la atención necesaria que asegure la preservación de sus vidas e integridad.
Estos hechos son críticos y las autoridades deben adelantar las investigaciones necesarias para conocer el porqué y quiénes están detrás. Al igual que garantizar la protección de los cabildantes y la de sus familias.
En el caso de Giraldo, desde su aspiración a la Alcaldía y tras la llegada a esa corporación, ha sido crítica de quienes pretenden sembrar terror en Jamundí, están vinculados con el negocio de drogas ilícitas, y extorsionan y amedrentan a la población.
Y por la fuerte presencia de las disidencias de las Farc, dicho municipio enfrenta una grave situación de orden público. Ante ello, es urgente saber si los mensajes intimidatorios provienen de este grupo terrorista.
Asimismo, son inaceptables las amenazas al concejal de Cali, a quien le han llegado fotos en las que aparece al lado de un ataúd y mensajes advirtiéndole que no se acerque a Pízamos y Altos de Santa Helena, dos sectores críticos en materia de seguridad.
Cubillos y Giraldo representan la voluntad popular y se les debe garantizar el desempeño de sus funciones desde sus respectivos concejos, sin que sean intimidados por ello. Hay que brindarles la protección que sea necesaria, que vele por sus vidas y encontrar a los autores de las amenazas que pretenden impedir sus labores.