Un enérgico llamado le hizo la gobernadora Dilian Francisca Toro a la UNP, para que le brinde protección al alcalde de Tuluá, Gustavo Vélez, quien enfrenta graves amenazas contra su integridad.
Esta solicitud se suma a la que hace algunos días le hizo la mandataria al Gobierno Nacional para que ponga bajo la lupa la inseguridad que azota al Valle.
Es inconcebible que el alcalde Vélez no cuente ni siquiera con vehículos blindados para desplazarse, a pesar de ser el mandatario más amenazado de Colombia.
Y a que su municipio es de los más golpeados por el crimen organizado, que ha demostrado su capacidad de acción como ocurrió con el asesinato, el último día del año pasado, del concejal Eliecid Ávila.
Es urgente que al alcalde Vélez se le proteja y que se tomen las medidas necesarias para mitigar la violencia e inseguridad que ahoga la ciudad vallecaucana.
No se debe esperar a que ocurra otra tragedia para que Tuluá al fin tenga la atención del Gobierno Nacional, incluida la de la Unidad Nacional de Protección, que debe velar por la integridad y vida del mandatario.
El Valle del Cauca, y específicamente municipios como Tuluá, no pueden seguir a merced de las bandas criminales.
Hay que unirse al llamado de la Gobernadora, y solicitar que se refuerce la seguridad y se garantice la vida de los vallecaucanos y de los mandatarios que deciden hacerle frente al terrorismo.