La decisión de las Ligas de España, Inglaterra, Italia y Portugal de respaldar a los clubes que no quieran prestar a sus jugadores para las eliminatorias suramericanas al Mundial de Catar, puede provocar un cisma.

La situación del fútbol se torna cada vez más complicada y denota que la relación entre la Fifa y los equipos europeos sigue en la cuerda floja.

Primero fue la creación de una liga alterna en la que participarían los grandes clubes, que al final se tuvo que desarmar; y ahora los equipos dicen que con la ampliación del plazo entre los partidos clasificatorios de la Conmebol, debido a la pandemia, los perjudicados son ellos porque los futbolistas que presten estarían semanas por fuera.

Lo que puede pasar, si se mantiene esa negativa, es que el fútbol suramericano se quede sin sus mejores jugadores para disputar las clasificaciones a la Copa del Mundo del próximo año.

Para Colombia significaría un descalabro, porque no contaría, entre otros, con Yerri Mina y Davinson Sánchez, que juegan en clubes de Inglaterra, ni con David Ospina, Juan Guillermo Cuadrado y Luis Muriel que militan en equipos italianos; tampoco con Luis Díaz, actualmente en el Oporto.

La situación es muy delicada en un momento clave de las eliminatorias y por la confrontación que se mantiene en el Viejo Continente con la Fifa.

Difícil anticipar cómo se resolverá, pero lo cierto es que esta nueva disputa deja en duda la capacidad de la Fifa para controlar los dueños del fútbol europeo.