Los hechos de violencia e inseguridad que se registran en el MÍO requieren especial atención de las autoridades.

El sistema debe contar con garantías de seguridad para que los usuarios vuelvan a confiar y hagan uso de él.

Es lamentable que hasta los conductores se sientan amedrentados para llevar a cabo su labor.

La semana pasada un operador fue atacado con arma blanca y sufrió graves heridas en su mano, luego de que le robaran su teléfono en la zona Altos de Santa Elena.

De ahí que los conductores se hayan manifestado pacíficamente exigiendo mejores condiciones de seguridad, y protección.

No son hechos aislados, lo que vive el MÍO es una realidad que afecta al Sistema, a los operarios y a los usuarios, que se encuentran, desde hace varios años, a merced de los criminales.

Los actos vandálicos, los robos, las agresiones y las conductas criminales, son males que se han consumido al MÍO, convirtiéndolo en un foco de inseguridad.

La contratación de seguridad privada, el aumento en el Pie de Fuerza y, ahora, el acompañamiento de las patrullas a las rutas del MÍO, son esenciales para mejorar la percepción de seguridad y atacar el crimen.

Estas medidas deben ser permanentes, para garantizar de forma integral la protección de estaciones, buses y usuarios.

Hay que recuperar la confianza de los caleños en el MÍO y garantizarles siempre un viaje seguro y tranquilo.