El asesinato del concejal de Tuluá Carlos Arturo Londoño y de la líder social Clarivet Ocampo, se suma a la ya larga lista de muertes violentas en esa ciudad del centro del Valle.

Quiere decir que aunque las autoridades han realizado esfuerzos importantes para combatir las bandas delincuenciales y las organizaciones criminales que operan en esa zona del departamento, están lejos de acabar con ellas y con los actos atroces que realizan.

Londoño fue ultimado el viernes anterior cuando salía de la rendición de cuentas de los 100 primeros días del actual gobierno local; lo acompañaba Ocampo, quien sufrió graves heridas y falleció minutos después.

El concejal se encontraba amenazado, como lo demuestra un panfleto que circuló en febrero pasado, al igual que lo estaba su compañero de toldas políticas y del cabildo, Eliecid Ávila, asesinado el 31 de diciembre de 2023.

Ellos, junto al actual mandatario, Gustavo Vélez, denunciaron la injerencia de bandas criminales en la pasada administración municipal, como ‘La Inmaculada’, que se ha convertido en el azote de los tulueños aun cuando la mayoría de sus cabecillas están encarcelados.

La situación requiere de la intervención decidida de las autoridades nacionales, lo que conlleva reforzar la presencia de la Fuerza Pública en esa ciudad.

La protección del alcalde Vélez, uno de los más amenazados del país, de los concejales, de los funcionarios y de todos los tulueños es imperativa, así como devolverle a Tuluá su tranquilidad y seguridad.