Los casos de feminicidios en Colombia van en ascenso, y el ocurrido ayer contra Catalina Agudelo, una joven de tan solo 22 años que habría sido asesinada por su pareja sentimental en el barrio terrón Colorado, en Cali, da cuenta de la atención que merece este asunto.
Según datos de la Fiscalía General de la Nación, entre enero y principios de marzo se reportaron 32 hechos de feminicidios en el país.
Además, se reportó que 2068 mujeres han sido abusadas sexualmente y otras 12.327 han sido maltratadas.
Aparte de los atroces casos, preocupa que el Valle del Cauca esté entre los departamentos en donde se han presentado mayor número de feminicidios.
Pero estos datos solo recopilan la información que llega a los entes de justicia, por tanto, se puede deducir que la cifra de hechos de violencia contra la mujer es superior.
Si bien, las autoridades adelantan estrategias para ponerle un freno al que es uno de los más graves problemas sociales, pero el abuso y los asesinatos parecen no dar tregua.
La violencia contra la mujer no puede seguir encasillada como asunto de una sola secretaría o de un ministerio. Es tarea de todos contribuir para que las mujeres no se conviertan en una cifra más en medicina legal, solo por su género.
Colombia no puede permitir nunca que más que en un solo año, como ocurrió en 2023, 525 mujeres sean víctimas fatales de los feminicidas.