Enfrentar la epidemia de dengue que afecta al Valle es una tarea en la que se deben comprometer las autoridades y los ciudadanos.

Si bien las secretarías de Salud deben activar los protocolos necesarios así como atender con prontitud los llamados de las comunidades para que fumiguen sus barrios, las buenas prácticas en el hogar son esenciales para prevenir la transmisión de la enfermedad.

Las cifras que se reportan hoy en el Valle y en Cali son las más altas de los últimos años; en el departamento hay confirmados 9356 casos, de los cuales 5020 se concentran en la capital.

Para evitar que las cifras aumenten sobre todo en el invierno que está por llegar, cuando la proliferación del mosquito transmisor se incrementa, es necesario que el hogar se convierta en el primer sitio de prevención.

Cambiar frecuentemente el agua de los bebederos de animales y de los floreros; eliminar la basura acumulada en patios; lavar y cepillar tanques y albercas son algunas de las recomendaciones para que no se generen criaderos del Aedes Aegypti.

Hay que recordar que el dengue no se transmite por contagio sino por la picadura del mosquito que se reproduce en aguas estancadas, por ello no se pueden descuidar las medidas preventivas.

Evitar el dengue e impedir que siga siendo uno de los grandes enemigos de la salud pública en el Valle no es difícil, se requiere del compromiso de los vallecaucanos.