Siendo joven, Nick Vujicic pensó en el suicidio por carecer de brazos y extremidades inferiores.
Sentía que así no valía la pena vivir, y que ninguna mujer se iba a enamorar de un ‘medio hombre’.
Apeló a su fe, descubrió que tocaba corazones con su ánimo, y se dedicó a no tener límites.
Se superó de modo notable: nada, surfea, es un brillante conferencista y llena auditorios en el mundo.
Una hermosa mujer es su amada esposa, tienen una linda relación, cuatro hijos y les sobra el dinero.
Es todo un ejemplo vivo de aceptación fe, coraje, resiliencia, dedicación, paciencia y pasión.
Todo esto suena como un cuento de hadas, pero es real porque muchos imposibles son posibles.
¿Para quién? Para ti si no te rindes, confías, apelas a lo mejor y conservas viva la fe en Dios y en ti.