Puedes aprender mucho de los labriegos o campesinos en su hermosa y exigente labor de cultivar las plantas.

Con amor aran la tierra, siembran, abonan, riegan, cuidan, miman, podan, esperan y superan sequías, plagas y malos tiempos.

Acepta que amar es una labor similar. Cada semilla hay que regarla con buenos pensamientos y buenas palabras. Es una labor de 24/7.

Eres un sembrador constante, y de ti depende cultivar plantas lindas y benéficas o sembrar cactus espinosos que punzan.

La metáfora que compara el amor con la jardinería es sabia, pero lo importante es aplicar lo que enseña.

Cuida el amor con entrega, detalles, y de verdad está presente para el otro con atención y dedicación plenas.

Algo que no suele darse porque muchas otras ocupaciones llevan a muchos a estar presentes sólo de cuerpo.

Hay “presencias ausentes”. Tu amor no estará en cuidados intensivos si das lo mejor, y tu pareja y los que dices amar son tu primera prioridad.

@Gonzalogallog