El discurso de posesión del presidente Gustavo Petro da cuenta, en gran medida, de lo que va a ser su Gobierno o lo que espera ser su Gobierno en los próximos años; un poco la lógica del discurso que se tiene es que se busca la paz, pero la paz es sinónimo de equidad, de justicia social, de progreso económico y de entendimiento entre los distintos.

Idealmente, esto marca una línea de trabajo que de alguna manera también emula lo que fue el segundo Gobierno de Santos y precisamente se fundamenta en la implementación de los acuerdos de paz; junto con esto entonces se viene una importante reforma del agro, una reforma tributaria que se anuncia, una reforma al sistema de salud y una reforma también al sistema educativo especialmente con un énfasis en la educación superior.

Sin embargo, también se hicieron anuncios y además de lo simbólico que fue todo el acto de posesión, con el tema de la hija de Pizarro poniéndole la banda presidencial, saliéndose del protocolo, exigiendo la presencia de la espada de Bolívar, de nuevo saliéndose del protocolo, lo cual no está tampoco del todo mal.

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El discurso estuvo cargado de simbolismos, pero también de anuncios muy importantes; primero, un cambio en la política de drogas; segundo, un cambio en algunas de las funciones del ejército para empezar a promover, ayudar, a conectar el país, y a transformar, a ayudar a la transformación del agro y también de manera muy importante, se señalaron temas de sensibilidad latinoamericana en relación con el medio ambiente.

Espera ser un Gobierno que haga una renegociación incluso de la deuda exterior colombiana con el Fondo Monetario Internacional, a cambio de salvaguardar, proteger y fomentar la sostenibilidad a través de la protección del Amazonas y de la selva amazónica.

Estos son anuncios que de todas maneras habrá que ver qué tanta capacidad y capital político logra finalmente tener el Gobierno porque muchos de estos anuncios, insisto, generan esperanza pero requieren de muchas negociaciones políticas e incluso de proyectos de ley y de transformación de la Constitución, lo cual tiene un procedimiento largo y tedioso; a veces complejo.

Dentro de las matemáticas políticas, vemos que el Gobierno tiene amplias mayorías, pero habrá que ver en el trámite de cada proyecto de cada iniciativa cómo estas logran configurarse y una cosa es el proyecto que emana el Gobierno y llega al Congreso y otra cosa muy distinta es el proyecto que sale.

Entonces la ciudadanía debe de alguna manera estar atenta a que, si bien, estos anuncios son esperanzadores, deben tener la vigilancia y el control ciudadano para que esto se lleve a buen término.