La Alianza Verde, el partido alternativo que más crecimiento ha tenido en Colombia en las últimas tres décadas, atraviesa el más de sus dilemas: estar como la fuerza más sólida en la Coalición de la Esperanza o entrar al Pacto Histórico.

Ello porque, según la senadora Angélica Lozano, las mayorías, que desde marzo acordaron por unanimidad estar en la Esperanza, están siendo boicoteadas por una minoría que quiere acompañar la aspiración presidencial de Gustavo Petro.

Lo cierto es que los verdes optaron por una encuesta que, a mitad de septiembre, definirá si se mantienen unidos o el partido se escinde.

De ese mecanismo, el fortalecimiento de la Coalición de la Esperanza y las elecciones para Congreso, Lozano habló con Colprensa.

¿Cómo será el proceso para decidir si se escinden o no?

Están andando dos instrumentos. Uno que es una consulta o voto directo de los 1517 electos del partido, desde ediles hasta congresistas; y la otra, una encuesta de opinión profesional, dirigida a los ciudadanos que se identifican con la Alianza Verde. Si le preguntan con qué partido se identifica y dice que es de otro, no gracias, chao. Al que conteste verde, se le hacen las preguntas.

Y a mi me encanta, porque, el mundo al revés: en este partido las mayorías que tomamos una decisión por unanimidad en marzo, de participar activamente en la Coalición de la Esperanza, hemos sido boicoteadas y saboteadas por la minoría.

¿Pero ya está decidida la encuesta?

Sí, se definió en la semana pasada. Es una propuesta del copresidente del partido Antanas Mockus, y la apoyamos. Le insisto, esto solo pasa en el Partido Verde, en donde las mayorías somos aplastadas y frenadas por las minorías, cuyo proyecto político está en otro lado. Lo que nada nos cuesta, volvámoslo fiesta.

¿Y cuándo se sabrá el resultado?

La meta es que el 16 de septiembre la dirección del partido reciba los resultados de encuesta y consulta.

Y si los resultados dicen que se deben dividir, ¿pasará?

El resultado va a confirmar que este es un partido de centro izquierda, que su lugar y su responsabilidad histórica es hacer realidad la Coalición de la Esperanza, o nos va a demostrar que no es de centro izquierda, sino que en realidad va a ser el quinto partido de izquierda, después de la UP, Comunes, el Polo.

¿Cómo van a garantizar que no se les ‘cuele’ gente de otros partidos?

No la vamos a hacer con voluntarios. Será una encuesta con auditoría, con dos empresas, no sabemos cuáles, solo los copresidentes tienen la información y solo lo conoceremos cuando se publiquen los resultados. Una la hace y otra la audita. Será una encuesta presencial, no por teléfono, nacional, no por Facebock. La encuesta es para saber qué piensa el ciudadano verde. No serán los twiteros de otros partidos los que definan el rumbo de los verdes.

¿Desde marzo, cuando tomaron la decisión de irse con la Esperanza, no le dieron mucho espacio a que el petrismo creciera en el Verde?

Claro, el daño está hecho y eso no fue casual, fue una acción intencional de una minoría dentro del Verde, que su corazón y la agenda política está es con Petro. Dijeron: ‘somos minoría, ¿qué daño hacemos? Pues paralicemos la Coalición de la Esperanza. ¿Cómo? Paralizando al Verde’ y lo han hecho, pero, por fortuna, estamos a tiempo y esto se pone en orden, o nos escindimos.

¿Esa línea petrista de los verdes ha atacado a la alcaldesa Claudia López, como estrategia para crecer?

Sí, tienen esa estrategia de crecimiento político, el cual además coincide con la agenda del petrismo. En segunda vuelta del 2018 apoyamos a Petro, y le salimos a deber. Desde entonces decidió graduar de enemigo, equivocadamente, al Partido Verde, y ha desatado una cacería de mentiras y una oposición obstructiva al mejor estilo de Laureano Gómez o de la que le hizo el uribismo a Juan Manuel Santos. Hagamos invivible la Nación, esa es una práctica de Petro, son tácticas para enamorar, y es la forma de buscar el apoyo. Esa estrategia no ha tenido eco en el Verde, pero hay una minoría petrista.

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¿El Verde ha frenado la Esperanza?

No, la Coalición ha avanzado, ya está por todo el país, cumpliendo sus procesos gradualmente. Lo que pasa es el que el Verde tiene unas diferencias internas que son de minoría absoluta, pero con una capacidad de obstruir, y entonces toca arreglar la casa para estar de buena forma en la Coalición. No podemos llevarle problemas, hay que llevarle fuerza y la tenemos, y porque la tenemos la han estado frenando dentro del Verde.

Pero incluso divididos los verdes son los más fuertes en la Coalición...

Somos la fuerza alternativa que más lejos ha llegado en los últimos 30 años en Colombia. Hoy gobernamos 79 alcaldías, una gobernación, 19 congresistas, que somos los más grande de la oposición. Tenemos 1001 concejales, 39 diputados y 382 ediles. Eso no lo logró ni el Polo ni la Alianza Democrática M-19. El Verde es un partido fundamental en la Coalición, por eso el sector petrista se ha encargado de paralizar, bloquear, obstruir, dilatar, porque sabe que el verde es imparable en la Coalición.

¿Tras recibir la personería jurídica, sí ve al Nuevo Liberalismo quedándose en la Esperanza?

Sí, porque la meta es pasar a segunda vuelta y ganar. Si usted quiere posicionar su partido, juegue al llanero solitario y le va bien, pero no pasa a la segunda vuelta. Si quiere participar de una coalición para ir a segunda vuelta y ganar, se queda en ella.

¿Cómo va la posible llegada de Alejandro Gaviria a la Coalición, le preocupa la indecisión de lanzarse?

La campaña arrancó hace dos semanas. Esa sentencia de la Corte Constitucional (la del Nuevo Liberalismo), que aún no conocemos, es un sacudón y casi una reforma política. La realidad de la izquierda y la realidad de Uribe están pintando un escenario donde esto no es un tablero con solo la elección de 2022, esto es un tablero que abre un nuevo espacio político. Otra cosa que estamos viendo son las coaliciones, el que no juega en equipo, pierde.

¿Pero no respondió cómo vería a Gaviria en la Esperanza?

Muy bien, muy interesante. Está más que bienvenido. Creo que lo importante es una consulta competitiva y la competencia es con los buenos y con los mejores.

¿Es definitivo que los verdes irán con candidato propio a la consulta interpartidista, podría ser él?

Primero hay que esperar que se lance, mal haría yo hablar por él. Los verdes tenemos unos precandidatos, y un partido con vocación de poder tiene que llegar con candidato. El partido alternativo que más ha crecido en los últimos 30 años no puede esconderse a la hora presidencial, debemos tener un candidato propio: primera opción, nuestros seis precandidatos. Hay voces maduras dentro del partido que proclaman libertad. ¿Cómo así que piden libertad? Eso es un facilismo, eso es marchitar el girasol (el logo de la Alianza Verde).

Mi candidato es Carlos Amaya, es un titán, gobernó bien a Boyacá, fue un buen congresista, es un líder juvenil campesino, es de centro, que honra la Coalición de la Esperanza.

¿Esa polarización o autoritarismo como le llaman también, va a seguir marcando la campaña?

Sí, esa es la nueva época política. Mire lo que pasó con Donald Trump en Estados Unidos: perdió con 75 millones de votos. Sin duda es la realidad social de nuestras controversias pos Acuerdo de Paz. Acá hay unas fuerzas políticas antagónicas y con unas lógicas que no compartimos, entonces esa polarización llegó para quedarse. Hago una aclaración, si la polarización es contrastar posiciones, trayectorias, programas, genial, porque a la gente le queda claro. El problema de la polarización es cuando pasa lo violento, la difamación, la estrategia.

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¿Para el Senado la Coalición de la Esperanza va ir con lista única?

Sí, vamos con una lista única, abierta. Una lista multicolor, donde irán Dignidad, Nuevo Liberalismo, ASI, verdes, En marcha y, por ser lista abierta, debemos tener unos criterios de selección. Toda esta lucha es para lograr cambiar este país. De qué sirve que tengamos una bancada que llegue a creerse que llegó solo y que se olvide que es de Gobierno.

¿Y también harán listas conjuntas para la Cámara?

Sí, sabiendo que en algunas zonas no se podrá. Por ejemplo, en Bogotá, porque el tope constitucional señala que las listas en coalición no podrán superar el 15 %, y sacamos el 17 % de los votos. Vamos a poder hacer listas en la mayoría del país, y vamos a voto limpio, en donde no se puede.

¿Con quién van a reemplazar a Antanas Mockus, que fue la cabeza de lista al Senado en 2018?

No tiene reemplazo. El ‘profe’ es único en la política colombiana, en todo el sentido de la palabra. La ausencia de él, hablando en números, tiene que ser asumida por personas de perfiles que apuntan y representan su legado.

¿A quién le están apostando?

No le puedo dar esa chiva, cada persona que hemos buscado decidirá cuando lo hace público, me refiero a la gente nueva. Llevamos tiempo animando a mucha gente para que llegue. Yo estoy buscando mucho a los ‘cuchachos’, creo en la madurez, creo que se necesita experiencia, gente que conozca el Estado. El Estado no va a mejorar a punta de difamaciones de Internet y de tendencias de Twitter.

¿Ese puyazo sobre las redes sociales es para el petrismo?

No, en los verdes también tenemos. Es un estilo que no va a mejorar la política, la puede empeorar. Los medios pueden identificar dónde hay profundidad, consistencia, una noción de Estado. A Juanita Goebertus (representante a la Cámara) la pueden odiar políticamente, pero la respetan por su formación.

Precandidatos

Sergio Fajardo tiene el liderazgo de haber gobernado bien dos veces y de haber logrado más de cuatro millones de votos en 2018. Juan Manuel Galán fue un senador de varios periodos. Competimos en la Alcaldía de Bogotá y acaba recibir un espaldarazo y es la personería jurídica. Jorge Robledo ha destacado como el mejor senador y tiene la valentía y claridad política para, siendo un hombre de izquierda, apostarle a un proyecto de centro y recibió el reconocimiento de su partido, Dignidad. Están los exministros Humberto de la Calle y Juan Fernando Cristo, con muchas horas de vuelo en lo público.