Tal como se presumía desde hace una semana, la Comisión Séptima del Congreso de la República tomó la decisión de hundir el proyecto de ley de la reforma laboral en medio de las presiones de algunos manifestantes que salieron a la calle por invitación del Gobierno Nacional para que la iniciativa siguiera con vida.
En total, fueron 8 votos para que el proyecto se archivara y 6 en contra, lo cual se convirtió una frustración por segunda vez consecutiva para que la reforma laboral pudiera tener una aprobación definitiva que llevara directamente a la sanción presidencial.
En ese sentido, los ocho senadores que dieron su voto de manera positiva para archivar el proyecto de ley fueron:
- Miguel Ángel Pinto
- Nadia Blel
- Esperanza Andrade
- Honorio Henríquez
- Alirio Barrera
- Berenice Bedoya
- Lorena Ríos
- Ana Paola Agudelo
Como se puede apreciar, estos ocho fueron los mismos congresistas que una semana atrás pusieron su firma en el documento de la ponencia de archivo. Pinto fue el encargado de presentar la ponencia.
Los senadores argumentaron que el articulado de la reforma laboral no iba a cumplir con las propuestas de generar nuevos empleos para varios ciudadanos colombianos, a pesar de que este había sido parte del corazón del proyecto de ley.
Por lo tanto, señalaron que las medidas incluidas pondrían riesgo una gran parte de los empleos que actualmente existen en el país.
De hecho, los parlamentarios se basaron en un informe del Banco de la República, el cual advirtió que el impacto en el empleo iba a ser devastador si la reforma laboral se hubiera convertido en una nueva Ley de la República, haciendo que más de 450.000 empleos se acabaran.
“El aumento de los costos salariales recortaría alrededor de 454.000 empleos formales en un horizonte entre tres y cuatro años, aunque la cifra podría llegar a 746.000 puestos de trabajo”, indicaron con base en el estudio del Banrepública.
Asimismo, el actual gerente del banco central, Leonardo Villar, afirmó que uno de los mayores riesgos que tenía el proyecto era la perdida de la formalidad laboral a causa del incremento en los costos de los salarios.
“El costo de las indemnizaciones por despidos sin justa causa genera un riesgo muy importante: que las empresas dejen de contratar trabajadores formales”, dijo en su momento Villar.
Así las cosas, aunque para muchos el Gobierno se vio derrotado con el archivo de la reforma laboral, este aún tiene esperanza de que se mantenga con vida. Para ello, se espera que lancen nueve decretos reglamentarios para implementar parte del proyecto de ley de la cartera laboral y la propuesta de la consulta popular en donde los colombianos podrán elegir su futuro.