Durante la jornada de ‘Gobierno con los barrios populares’ en Santa Marta, el presidente Gustavo Petro regañó a dos de sus funcionarios más cercanos en público: Gustavo Bolívar, director del Departamento de Prosperidad Social, y Alexander López, director del Departamento Nacional de Planeación.
En el Polideportivo Sur, de la capital de Magdalena, el mandatario hablaba de la necesidad de aumentar el presupuesto para resolver los problemas de acceso al agua potable, cuando se percató de que los dos funcionarios estaban distraídos.
“Le estamos diciendo a la nación que nos vamos a demorar un siglo en solucionar el problema del agua potable”, advirtió Petro antes de interrumpir su discurso para dar una reprimenda a Bolívar y a López por no escucharlo con atención.
“Ahí están engargolados Alexander López, que está por allá hablando con Gustavo Bolívar y no pone cuidado a su problema. Nos metimos en un problema que tiene usted como responsabilidad, Alexander. Y es cambiar la matriz de vigencia futuras de la inversión pública en los próximos 30 años”, expresó el Presidente.
Por su parte, los directores de Prosperidad Social y de Planeación Nacional dejaron de hablar y asintieron con la cabeza a la orden del Jefe de Estado.
Esta no es la primera vez que Petro llama la atención de sus funcionarios en público. En su discurso del 1 de mayo en la Plaza de Bolívar, no solo insistió en sus reformas sociales, sino que también pidió a los ministros que no creen en el cambio apartarse.
”Hay que levantar la bandera del poder constituyente, nosotros venimos a clavar la bandera de la justicia social y de la paz definitiva. Este gobierno tiene que avanzar y si un ministro tiene miedo, pues que de un paso atrás”, dijo.
De inmediato, generó inquietud sobre un eventual remezón en el gabinete de Gobierno. Para el analista político Jhon Mario González, la frase es propia de un mandatario que se prepara para radicalizarse “contra viento y marea”.
“La palabra miedo, en referencia a gobernar y en un contexto democrático, es completamente fuera de lugar. Si se suma su alusión a que le entregará el poder al pueblo en el 2026, no es descartable que lo que está significando el presidente Petro es que necesita ministros dispuestos a pasar por encima de cualquier cosa y cualquier formalidad, a efectos de cumplir sus designios”, explicó.
Según el analista, es muy posible que la frase esté dirigida a ministros de los cuales él espere ejecutorias más radicales, como la de Agricultura, Jhenifer Mojica, el de Justicia, Néstor Osuna, y la de Educación, Aurora Vergara.
“Ahora, más allá de que el Presidente quiera o no cambiar dos o tres ministros, lo que la frase significa es que necesita ministros radicales, leales a toda prueba, dispuestos al sacrificio y al riesgo personal, en el evento de que las circunstancias lo exijan”, insistió.