La Corte Suprema de Justicia ordenó la libertad del exsenador del Partido de la U Eduardo Pulgar, por “conducta ejemplar”, quien cumplía una condena por haber intentado sobornar a un juez del municipio de Usiacurí para que lo favoreciera con una decisión positiva para sus aliados políticos en la Universidad Metropolitana de Barranquilla.
De acuerdo con la decisión de la Corte Suprema, en el tiempo en el que estuvo privado de su libertad, Pulgar Daza cumplió con todas las diligencias a las que fue citado y colaborando con las autoridades, resaltando su conducta.
“En este caso se evidencia que el propósito resocializador de la pena es de buen pronóstico, pues es patente que, sumado a la significativa proporción de la sanción total superada, el comportamiento del reo durante su ni reclusión permite predicar razonablemente que el cumplimiento total de la condena en confinamiento no resulta necesario, pues todo lo analizado indica que su liberación no representa un peligro para la comunidad y que existen razones suficientes para augurar que Pulgar Daza no volverá a delinquir, porque su cabal y adecuado proceso penitenciario no arroja motivos para suponer razonablemente que podría incurrir en delitos de otra naturaleza”, indica el tribunal.
¿Qué dice la condena?
El caso fue un escándalo en su momento, por la forma en la que Pulgar hace el ofrecimiento al juez, generando que en junio de 2021 fuera condenado a cuatro años y diez meses de prisión. La mayor parte de esa condena fue pagada en una guarnición militar en Malambo (Atlántico).
Según señala el fallo, “en su condición de senador para la época de los hechos, utilizó indebidamente en favor de la familia Acosta, influencias ante el ministerio de Educación para beneficiarla en el trámite de la ratificación de la reforma de los estatutos de la Universidad Metropolitana, de acuerdo con las atribuciones legales y reglamentarias, y que le permitió finalmente a su grupo familiar tener el control y manejo de la entidad”.
Asimismo, en medio del proceso en su contra, el exsenador de la U intentó evadir la ley con diferentes argumentos, como cuestionar la legitimidad del audio, el cual fue la prueba más importante para su condena, en el que se le escuchaba haciendo el soborno.
Además, también intentó renunciar a su curul para que lo investigara la Fiscalía, pero la Corte Suprema de Justicia frenó esa posibilidad. Al no tener más posibilidades, se ofreció a colaborar con la justicia.