El Gobierno colombiano instaló en Caracas la mesa de diálogo con la Segunda Marquetalia, una disidencia de las Farc formada por exguerrilleros que abandonaron el acuerdo de paz de 2016 y que ahora quieren volver a negociar una salida del conflicto que les convenza.
La Segunda Marquetalia, que toma el nombre del lugar donde nacieron las Farc en 1964, fue creada en 2019, cuando Márquez y otro de los negociadores del acuerdo, ‘Jesús Santrich’ (que murió en 2021 en un fuego cruzado en Venezuela) volvieron a la clandestinidad.
Es el grupo al que el Gobierno le ha dado status político más pequeño y se estima que tienen entre 1.800 y 2.000 hombres. En todo caso, es el grupo con menos presencia territorial, que se limita a los departamentos de Nariño y Putumayo, aunque está presente en más de 60 municipios del país.
Los de Márquez alegan que hubo un “entrampamiento” de la paz de 2016 y una persecución a él y a ‘Santrich’ por parte de la Justicia, con cargos falsos después de que firmaran la paz, y el Gobierno argumenta, para volver a negociar, que el Estado pudo no haber cumplido su parte del acuerdo.
Como era de esperarse, el inicio de estas negociaciones ha detonado controversia en el escenario político. Carlos Alonso Lucio, excombatiente del M-19, por ejemplo, acusó al presidente Gustavo Petro de violar la Constitución al instalar esta mesa de diálogo.
“Hay algo que está muy claro y que no tiene discusión, como lo dijo el doctor Humberto de la Calle, y es que este proceso está prohibido constitucionalmente. El simple hecho de sentarse a dialogar con ellos es una violación flagrante. Un gobierno no puede violar la Constitución para luego cambiarla y decir que no la violó”, dijo Lucio en diálogo con la directora de Semana, Vicky Dávila.
“No puede empezar violando la Constitución y después decir que la cambia para recoger el reguero de violaciones constitucionales, eso es contra la ley. Eso no lo puede hacer un presidente de la República”, añadió el exmilitante del M-19, que, incluso, sugirió que el Congreso debería abrir un juicio político.
También el senador Humberto de la Calle, cuestionó la viabilidad de las negociaciones con esta disidencia. “En aras de la paz, uno quisiera desearle suerte a la mesa de conversaciones con Nueva Marquetalia. Pero hay obstáculos serios y reparos importantes. Legalmente, normas sobre no repetición impiden acuerdos. Se dice q el gobierno buscará caminos. Es la tesis del “ahí vamos viendo”, nada aconsejable”, expresó.