Susana Muhamad, la ministra de Medio Ambiente de Colombia, será la mujer clave en las discusiones de la conferencia de las partes COP16, las cuales definirán las políticas de protección y destinación de recursos para las protección de la biodiversidad de todo el planeta.
Su presidencia en la COP será determinante para guiar la brújula de las discusiones, pero además que estás se materialicen en hechos concretos en los territorios y sus comunidades. En entrevista con El País explica cómo se pasará de las discusiones diplomáticas a las acciones para proteger la biodiversidad.
¿Cuáles son los principales objetivos que se busca alcanzar en la COP16 y cómo se espera que impacten en la política ambiental de Colombia y a nivel global?
Hay cuatro puntos de negociación que, esperamos, sean el resultado de las negociaciones en la COP. El primero es que se ratifique el Plan de Trabajo de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales, de lograrlo en la Convención significaría que tenemos un consenso mundial sobre la importancia de estas comunidades como custodios de la biodiversidad que los empodera financiera y políticamente.
Segundo, esperamos que se apruebe un fondo para repartir los beneficios del uso de los recursos genéticos que están en bases digitales de una manera más equitativa y justa. Es decir, que las empresas que utilizan los segmentos del ADN de la biodiversidad, que se encuentran en bases de datos para fabricar productos cosméticos, farmacéuticos y alimenticios, por ejemplo, y para el desarrollo de la investigación científica, retribuyan justamente a los países que tienen la biodiversidad.
Por último, vamos a hacer un balance con medidas y decisiones para implementación sobre las 23 metas globales, entre otras acciones.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta Colombia en la conservación de la biodiversidad y cómo piensa abordarlos durante su gestión frente a la presidencia de la COP?
Hemos identificado los cambios de uso de la tierra y el mar, la contaminación, la introducción de especies exóticas invasoras, la apertura de vías ilegales y el tráfico ilegal de especies como las principales causas de pérdida de biodiversidad en Colombia, esto a partir de la evaluación realizada por el Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt.
Detrás de estas causas directas existen problemáticas como el acaparamiento de tierras, las actividades ilícitas (por ejemplo, la minería ilegal y los cultivos ilícitos), los modelos extractivistas como la explotación de recursos pesqueros y la ganadería extensiva, el bajo control de la ilegalidad en los territorios, y los incentivos que promueven actividades como la deforestación. En ese sentido, se evidenció que para atender la pérdida de biodiversidad en Colombia es necesario ir más allá de la acción del sector ambiental e involucrar la intervención estratégica de todo el gobierno y toda la sociedad y esa es una de las grandes apuestas que ya estamos promoviendo como Gobierno Nacional.
Por ejemplo, hacerle frente a la deforestación lo estamos haciendo de la mano de las comunidades, es una forma vital para conservar la biodiversidad del país.
Frente a la gestión como presidenta de la COP16, lideraré las discusiones entre los países, con todo el compromiso y responsabilidad que se requiere, en pro de proteger la biodiversidad del planeta.
¿De qué manera se involucrará a la ciudadanía en la COP16 y cómo se garantizará que sus voces sean escuchadas en las decisiones que se tomen?
Esta COP también es la COP de la Gente. Con la participación de la ciudadanía, la academia, las empresas, las organizaciones sociales y no gubernamentales, el sector público, entre otros, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible lideró más de 90 eventos previos a la COP16. Estos espacios se traducen en cumbres, encuentro académicos y regionales, ferias de economía, talleres, entre otros, que potenciaron la participación ciudadana de cara a la cumbre de biodiversidad más importante del mundo.
Además, con el contundente mensaje y lema de la COP16, ‘Paz con la Naturaleza’, hemos fomentado una profunda reflexión sobre la relación de los colombianos con el ambiente; buscando transformar esa relación, así como promover nuevas prácticas de producción y consumo que impulsen la vida y la armonía con la biodiversidad.
Con el Plan de Acción de Biodiversidad al 2030 que presentamos hoy, expondremos las metas y acciones nacionales concretas que permitirán detener la pérdida de la biodiversidad, así como promover y hacer uso sostenible de la naturaleza de cara al cumplimiento de las 23 metas del Marco Global de Biodiversidad.
En ese sentido y tras la construcción colectiva con diferentes actores en el país, se han planteado seis metas: La bieconomía pasará de aportar el
0,8 % al 3 % del PIB Nacional y generará 522.000 empleos; la reconversión de 5 millones de hectáreas a modelos productivos sostenibles y con procesos de restauración multifuncional; la conservación del 34 % de las zonas terrestres, aguas continentales y marino costeras del país; la inclusión de 19 millones de hectáreas con pérdida de integridad ecológica de manera participativa como determinantes de ordenamiento territorial; el 50 % de los casos de pasivos ambientales serán gestionados a través de mecanismos enfocados en su remediación y se promoverá el 50 % de los productos derivados de la biodiversidad sean obtenidos, comercializados y utilizados de manera legal y sostenible en los municipios de alta importancia para la biodiversidad y la puesta en marcha de modelos de financiamiento sostenibles que movilicen recursos para garantizar impactos transformacionales en los territorios.
¿Qué legado espera dejar la COP16 en la política ambiental de Colombia y cómo se asegurará que los acuerdos alcanzados se implementen de manera efectiva?
Ya hay varios resultados y son a diferentes escalas. Primero, hemos hecho un papel de socialización muy importante, creo que después de esta COP, Colombia y sus actores sociales van a tener más conciencia de qué es la biodiversidad, el porqué hay que cuidarla y eso es un activo porque si uno no conoce algo, pues no lo quiere y si no lo quiere, pues no lo cuida.
Segundo, se va a generar el encuentro de entidades científicas nacionales con entidades científicas del mundo y esperamos que de allí salgan alianzas estratégicas para el estudio de la biodiversidad, lo que llamamos las misiones de bioprospección que puedan luego redundar en cadenas industriales y cadenas económicas a partir de la biodiversidad.
Tercero, habrá un gran empoderamiento de pueblos indígenas y locales con la aprobación de ese Plan de Trabajo Global, que esperamos sea una de las decisiones estratégicas de la COP y que podrá empezar a generar mecanismos de financiamiento directo a las comunidades. Las comunidades tienen una gran voz en la COP16.
Cuarto, vamos a ver también alianzas desde el sector privado y yo creo que tanto la banca, como el sector privado, van a empezar a ver los riesgos para la economía de no cuidar la biodiversidad, pero también las oportunidades de hacerlo y esa conciencia nos hará más resilientes al cambio climático.
Finalmente, Colombia se posicionará como un destino turístico de naturaleza que, además, puede encontrar en ese turismo, bien manejado, una forma de conservar simultáneamente.