Aunque las esperanzas estaban puestas en los acuerdos que pudiera lograr el Ministro del Interior con los partidos políticos, lo cierto es que el panorama legislativo no es positivo para el gobierno de Gustavo Petro, que no logra desentrabar el monto del Presupuesto Nacional y ya recibe negativas para el trámite de sus otras reformas, incluida la de salud.
De hecho, indicios de las dificultades para lograr consensos con las bancadas se han podido ver en la demora para radicar las iniciativas del Ejecutivo. Es más, de una larga lista de proyectos anunciados, solo tres están listos para empezarse a debatir: la laboral, la tributaria y la de salud.
Por ejemplo, desde el Partido de la U, la senadora Norma Hurtado explica que su postura frente a la llegada al Senado de la laboral, que se espera que se retome esta semana, es clara: “Siempre he solicitado que cualquier reforma social cuente con aval fiscal del Ministerio de Hacienda, además de su respectiva sustentación”.
Para ella, “es fundamental que el trámite incluya espacios reales de concertación con todos los actores involucrados y se base en un estudio técnico riguroso. Solo así podemos garantizar que esta reforma realmente beneficie a los colombianos y no ponga en riesgo la estabilidad económica”.
Y aunque luego de dialogar con el jefe de la cartera política, Juan Fernando Cristo, parte de esa bancada se niega a hacerle ‘equipo’, Antonio José Correa le dijo a Colprensa que “nunca está de más avanzar en torno a lo que se quiere, como un acuerdo nacional para que se logre no solamente avanzar en la agenda legislativa, sino mejorar la interlocución entre partidos y el mismo Gobierno Nacional”.
Sobre la reforma a la salud, el senador de la Costa celebra que, aunque “fue una iniciativa que tenía un sinnúmero de artículos. Esta vez el Ministro de la Salud está presentando una mucho más pequeña, de 49 artículos. El panorama se ve totalmente distinto en favor de sacar adelante el texto”.
Entre tanto, el Pacto Histórico, el Partido Comunes y las Curules de Paz continúan apoyando la agenda legislativa de la Casa de Nariño y sirviéndole de ‘escuderos’ al Mandatario para que sus proyectos se puedan convertir en leyes.
Por ejemplo, la senadora de Comunes Imelda Daza menciona que “nuestro papel no puede reducirse a unos mínimos de asistencia, urge eliminar las barreras de acceso a los servicios de salud, en un país que registra en los últimos diez años resultados deficientes y no garantiza este derecho a toda la población”.
Cambio Radical, a pesar de ser oposición, también aceptó el encuentro con el Gobierno Nacional, sin que al parecer Cristo lograra que la bancada cambiara la postura que mostró en la pasada legislatura.
“De la reforma laboral hemos venido diciendo que es un gran problema. La dificultad está en que el Gobierno considera que el sector privado no debe realizar gestiones en lo público y pretende estatizar todo”, opina el senador Carlos Abraham Jiménez.
Sobre la iniciativa de salud, dice: “Entendemos que se debe hacer una reforma a la salud, pero, como la está presentando el Ejecutivo de estatizar el sistema, no estamos de acuerdo”.
Su coequipero David Luna se refiere a la tributaria y señala: “Siempre he dicho que hago oposición, no daño, pero aquí hay un punto claro e innegociable: votaré de manera negativa la tributaria y me opondré con vehemencia, argumentos, respeto, pero también con firmeza”.
“No pueden pretender clavarle más impuestos a los colombianos para aumentar la burocracia y la contratitis, para pagar favores políticos. Espero que el Congreso tenga la misma firmeza y ponga por encima el bienestar de todos los ciudadanos”, añade el senador.
El Partido Conservador tampoco parece tener una postura más alentadora: con Efraín Cepeda como presidente del Senado, el Ejecutivo tiene más difícil ‘salirse con la suya’, ya que el legislador ha reiterado su rechazo a que el Gobierno“ponga al Congreso a aprobar sus reformas a ciegas”.
Además, ha sido crítico de todas las reformas sociales del presidente Petro, incluida la tributaria, asegurando que para lograr “doce billones de pesos no sería conveniente para el país en este momento. Me parece que es una apuesta muy arriesgada contra el crecimiento económico”.
También, en medio del debate de las Comisiones Económicas por el monto del Presupuesto General de la Nación, el senador Cepeda ha amenazado que “si el Gobierno no saca esos doce billones de pesos antes del martes, vamos a negar el monto completo, para que se recomponga el presupuesto. Tenemos los votos”.
Lejos de componer su crisis interna, la Alianza Verde llegará a la votación de las reformas de la misma forma en que se le ha visto durante la actual legislatura.
“El partido llega como ha estado, muy partido, con distintas tendencias y posturas frente a los proyectos del Ejecutivo. Varios de los integrantes acompañamos la agenda reformista del Gobierno, otros están en oposición a ella”, comenta la representante a la Cámara Martha Alfonso.
Y añade que “esa situación se sigue presentando frente a la reforma a la salud, el presupuesto que está en curso y al proyecto de servicios públicos”.
El Centro Democrático y el Partido Liberal fueron más directos con su negativa a ‘negociar’ con la Casa de Nariño, ya que rechazaron del todo cualquier encuentro con Cristo para hablar sobre las reformas.
En el caso del primero, la colectividad respondió que solo hablará de las iniciativas en los debates en el Congreso. “Así como en su momento Iván Duque radicó la reforma tributaria que era inconveniente por el momento crítico en el estallido social, creo que el presidente Gustavo Petro no debería radicar la reforma en un momento crítico donde los ciudadanos se están manifestando en contra del alza en el precio de los combustibles”, indica el representante Juan Espinal.
“Nuestra posición es votar de manera negativa todas las reformas al Gobierno Nacional, algunos artículos los vamos a debatir y presentaremos proposiciones para mejorar algunos de ellos. Seguramente nos las van a negar, porque a nosotros todo nos lo niegan, porque esta es una Administración de un diálogo selectivo, de oídos sordos, donde no se da garantías ni se escucha a la oposición”, añadió.
Algo similar ocurre, al parecer, con los liberales, porque, aunque sigue siendo gobiernista, la semana pasada el jefe de la colectividad, César Gaviria,le notificó a Cristo que tiene razones de peso para no reunirse con él.
“En varias ocasiones usted me ha solicitado una cita para discutir la agenda legislativa del Gobierno, yo no tengo ningún problema o diferencia personal con usted, pero, como posición del Partido Liberal, siempre he dicho que todos los funcionarios y congresistas y el Gobierno deben acatar y respetar todas las decisiones del sistema judicial”, indicó Gaviria.
“He constatado con enorme preocupación que, a lo largo de estos dos años, el Gobierno ha incrementado sus posturas contrarias a la Constitución y al debido respeto a las instituciones democráticas”, agregó.