¿En qué consiste el modelo preventivo de salud que el presidente Gustavo Petro ordenó implementar en las EPS que están bajo control estatal? ¿Qué afectaciones tendrá sobre esas Empresas Promotoras de Salud? ¿Qué quedaría faltando por aplicar de la reforma a la salud que propuso el Gobierno y que está pendiente de ser estudiada por el Senado?
Estas son algunas de las preguntas que muchos usuarios del sistema nacional de salud se están haciendo desde el pasado viernes, cuando el Mandatario colombiano dispuso que “en lo que permite la ley y las normas actuales, implementemos ya el modelo en las EPS que ya controlamos”.
Y especificó: “Eso significa que la Superintendencia de Salud y en la Nueva EPS comienza a construirse un sistema preventivo de salud”.
Así las cosas, lo primero que se debe precisar es que el nuevo plan involucrará un 20 % de la población afiliada al sistema actual de salud, a través de entidades prestadoras del servicio como Famisanar, Emssanar, Savia Salud, Asmet Salud y, por supuesto, Nueva EPS, que reemplazó el Seguro Social.
¿En qué consiste este modelo de salud y cómo operaría?
Paul Rodríguez, experto en economía de la salud de la Universidad del Rosario, señaló que el enfoque implica una expansión de las brigadas extramurales y el uso de información para detectar casos de manera más ágil, así como para mejorar el acceso de especialistas en zonas rurales.
El plan, según el académico, aprovecha recursos ya disponibles, aunque indica que persisten dudas sobre su financiación y su impacto en la atención de otras necesidades de salud de la población colombiana.
A su vez, Enrique Peñaloza, miembro del Instituto de Salud Pública de la Pontificia Universidad Javeriana, detalló que el modelo prioriza acciones preventivas sobre las curativas, siguiendo un documento elaborado cuando Carolina Corcho estuvo al frente del Ministerio de Salud.
En el papel, ello implica intervenir en situaciones de riesgo, antes de que las enfermedades se desarrollen completamente, tanto a nivel colectivo como individual y llevar estas acciones más allá de los centros de salud, proponiendo equipos de profesionales que lleguen a escuelas y lugares de trabajo para abordar, antes de que se manifiesten, las condiciones que podrían propiciar enfermedades.
¿Cómo afecta a las EPS?
Según los expertos, la implementación del modelo preventivo en las EPS no debería alterar significativamente la vida de los ciudadanos, especialmente de aquellos que no están en los territorios donde se aplicarán estas medidas.
Para Rodríguez, a diferencia de lo que representa la reforma a la salud que se discute en el Senado, que podría transformar el acceso a los servicios de salud en todo el país, este modelo se enfoca en fortalecer las capacidades existentes en áreas específicas.
Y Peñaloza resaltó que las acciones preventivas, tanto colectivas como individuales, requieren financiamiento de diferentes fuentes: mientras las segundas se financian con fondos del Sistema General de Participaciones asignados a las entidades territoriales, las primeras incluyen recursos de la Unidad de Pago por Capitación, UPC, que manejan las EPS.
Para los expertos, esa divergencia en las fuentes de financiamiento representa un desafío en la articulación de recursos, ya que las normativas actuales limitan la transferencia de fondos entre ambas categorías.
Y precisan que tal reto implica la necesidad de acuerdos y mecanismos de integración más efectivos para asegurar la correcta asignación de recursos en los territorios y evitar posibles irregularidades financieras.
¿Qué desafíos implica el modelo?
En primer lugar, es necesario inyectar recursos directamente desde el Estado para financiar la expansión de centros de salud y brigadas en todo el país.
Paul Rodríguez hizo énfasis en que el actual financiamiento a través de la UPC resulta insuficiente para cubrir todas las actividades requeridas, lo que plantea la preocupación de no desfinanciar otras áreas de la atención médica, amén de la escasez de profesionales de la salud, incluyendo médicos, personal de enfermería y especialistas, lo que dificulta la implementación rápida de cualquier plan, incluso con recursos financieros y respaldo gubernamental.
“Estamos hablando de cuidado primario desde hace muchísimos años. Hay un hito en la historia, que se llama Alma-Ata, en el año 78, donde se definió que los sistemas de salud deberían responder a modelos mucho más preventivos y predictivos, a través de la acción de la atención primaria en salud”, manifestó Enrique Peñaloza.
Y mencionó modelos anteriores, como el MIAS y el MAITE, propuestos en gobiernos pasados, que también buscaban acciones preventivas más que curativas en ámbitos territoriales.
Según él, estos obstáculos han sido persistentes y es necesario abordarlos de manera integral para lograr avances significativos en salud pública.
De hecho, al argumentar la puesta en funcionamiento del sistema en el ámbito estatal, el presidente Petro cuestionó normas expedidas sobre el sistema de salud por gobiernos anteriores y aseguró que requieren una intervención inmediata.