Durante el debate de la reforma pensional en el Senado durante la tarde de este martes, 23 de abril, la senador Paloma Valencia denunció un trato inadecuado por parte de la primera vicepresidenta María José Pizarro, y quien asumió la presidencia de la sesión ante la retirada de Iván Name.
La congresista del Centro Democrático manifestó que Pizarro ordenó que fueran retirados los asesores de los parlamentarios de su partido, mientras que los del partido de Gobierno pudieron quedarse en sus asientos dentro del recinto.
“Miren la equidad de la vicepresidente Pizarro, saca los asesores del Centro Democrático y dice que los senadores no podemos estar detrás de las paredes para verificar las votaciones, pero miren los asesores del Pacto Histórico, del gobierno y de ella misma que sí se pueden quedar…”, publicó en un trino Paloma Valencia.
La parlamentaria se encontraba por fuera del recinto del Senado debido a su rechazo al proyecto de reforma del Gobierno, así como sus copartidarios para intentar hundir el quórum para la votación. Pero ingresó ante una trifulca que se generó por el presunto mal conteo de un par de artículos de la ponencia. Allí se desató la polémica sobre la presencia de los asesores.
“Yo quiero preguntarle por qué los asesores del Gobierno se pueden quedar. Usted considera que no podemos estar aquí detrás de las paredes ni nuestros asesores, yo veo a los asesores de Isabel Zuleta, aquí están los asesores sentados, ¿cuáles son las reglas suyas?”, le habló de frente a la presidenta María José Pizarro.
Incluso otros senadores que practican la oposición, como David Luna y Carlos Fernando Motoa, se mostraron disgustados tanto por la orden de Pizarro como por la polémica por el mal conteo de votos, por lo que manifestaron que se retirarían si no había garantías de equidad y transparencia.
La senadora Pizarro tomó la palabra para pedirles “a todos los asesores de todos los congresistas” que abandonaran el recinto, ya que solo tenían permitido estar presentes los acompañantes del ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, y de la ministra del Trabajo, Gloria Inés Ramírez.
Luego del rifirrafe, las tensiones se calmaron y continuó el debate y votación de la reforma pensional, que durante este martes fue aprobada por la plenaria del Senado y ahora pasará para el mismo trámite en la Cámara de Representantes.
Se espera que el proceso en la Cámara sea menos complejo, esto porque esa corporación tiene unos aliados más fieles y con mayorías más contundentes al Gobierno, lo cual le puede garantizar que el proyecto no esté con una gran posibilidad de hundirse como le pasó a la reforma a la salud en el Senado.
El proyecto llegará a los representantes tan sólo hasta después del 12 de mayo ya que debe esperar quince días hábiles para que haga tránsito desde el Senado. Allí será enviado a la Comisión Séptima, que lo debatirá y votará con aparente facilidad para que pase a plenaria.
Las cuentas del Gobierno están que se dé la aprobación en la Cámara hacia la tercera semana de junio, pero si por el trancón de proyectos o la discusión se extienda, el presidente Gustavo Petro podrá citar a sesiones extras a la Cámara para discutir ese proyecto, para eso tendría hasta el 19 de julio, día en que vence formalmente esta legislatura.