“Espero que el Gobierno actúe con sensatez, y acepte la reducción de los doce billones en el Presupuesto”, asegura el presidente del Senado, Efraín Cepeda, en medio de la discusión que tendrá un punto crucial este martes, cuando finalice el plazo legal para que ese proyecto sea aprobado en primer debate por las comisiones económicas del Congreso.
En entrevista con El País, a su paso por Cali, el senador reveló que el pasado jueves sostuvo una reunión con varios ministros en la que propuso que se apruebe un Presupuesto General de la Nación para 2025 por $511 billones y que los 12 correspondientes a la reforma tributaria se discutan por separado, “y lo que salga de ahí, se destine a un presupuesto adicional.
¿Hasta cuándo va a mantener esa tensión que se ha evidenciado entre usted y el presidente Petro en los últimos días?
Yo actúo por convicción y en el ideario de mi Partido Conservador. Si esos temas no caen bien, habrá que preguntarle al Gobierno Nacional cuál es la reacción, pero yo llevo 32 años en el Senado de la República y siempre se concertan las iniciativas legislativas. El Senado y los partidos no podemos ser notarios de lo que piense un poder público. Aquí hay una clara división de poderes en Colombia: Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y el Legislativo, que yo represento hoy, es uno de los tres poderes públicos que deben actuar con absoluta independencia.
En algunos temas podremos coincidir con el Gobierno y en otros podemos disentir, y esto no debe ser motivo para insultos ni ataques personales, de manera que yo seguiré haciendo lo que tengo que hacer, consultando a mi partido y a las bancadas, y la reacción si ya depende del Poder Ejecutivo.
¿Pero quedó conforme con la respuesta que él dio al negar que hubiera dicho que usted estuviera ligado al golpe de Estado del que él viene hablando?
Está equivocado el Presidente. Primero, yo soy un demócrata por naturaleza, y jamás pensaría en eso. Segundo, yo no soy el de la línea de sucesión sino el Ministro del Interior. Entonces, ¿será que el Ministro del Interior le quiere dar el golpe al Presidente de la República?
La agenda legislativa está frenada, en buena parte porque el Gobierno no ha presentado sus reformas. ¿Qué piensa al respecto?
Sí, el Gobierno dijo que no iba a presentar los proyectos inmediatamente para poderlos conciliar y concertar con las bancadas y los distintos sectores de la sociedad, y resulta que no ha habido casi concertación. La reforma a la salud la acaba de presentar después de dos meses de instalado el período de sesiones sin haberla concertada con casi nadie. Con la bancada del Partido Conservador, se nos anunció concertación, no la hubo, y veo que los pacientes salieron a decir que tampoco los escucharon a ellos. No entendemos qué pasó en estos 60 días, porque ni hubo proyecto ni hubo concertación. Apenas se está comenzando a presentar una agenda legislativa. La Jurisdicción Agraria es prácticamente el único proyecto gubernamental que ha llegado al Senado, además del presupuesto.
¿Y qué piensa usted de ese proyecto de la Jurisdicción Agraria?
Es un proyecto absolutamente peligroso, en el que claramente vuelve a surgir el fantasma de la expropiación, porque, déjeme decirlo de esta manera, es un yo con yo, porque es la Agencia Nacional de Tierras quien expropia y quien recibe las apelaciones, sin participación del sector judicial. ¿Para qué creamos la Jurisdicción Agraria?: precisamente para que esas controversias se resolvieran, y si bien la jurisdicción no comenzado a funcionar todavía, están los jueces. No podemos permitir que hoy un funcionario gubernamental, por importante que sea, léase Director de la Agencia de Tierras, tenga el poder absoluto y omnímodo de la expropiación. Eso detiene la inversión, genera incertidumbre y fuga de capitales.
¿Pero por qué afecta la economía?
Me parece que el Gobierno, de un lado, habla de reactivación económica y, de otro, con proyectos como este, lo que hace es desestimular la inversión privada. Recordemos que la inversión privada cayó en el 2023 en el 25 % y este año viene cayendo en el 12. La ecuación es muy sencilla: si cae la inversión, hay menos utilidades, y si hay menos utilidades, hay menos recaudo tributario, y entonces, como círculo vicioso, se quiere acudir a una reforma tributaria para tapar el hueco que ellos mismos han generado por el desprecio que tienen de muchos sectores de la inversión privada.
A propósito, ¿cómo analiza lo que está pasando con el Presupuesto General de la Nación para el 2025?
El 24 martes es la fecha límite, según la ley, para aprobar en primer debate el Presupuesto General de la Nación y quiero decir que, haber negado el monto, es primera vez que sucede en la historia del país. Las comisiones económicas del Senado lo hicimos bajo la motivación de que no nos pueden poner a aprobar, dentro de ese Presupuesto, una partida nada más y nada menos que de doce billones de pesos, emanada de una reforma tributaria que acaban de radicar, que no hemos discutido ni debatido y ni hemos escuchado a los sectores de la sociedad.
¿Cómo mover la regla fiscal? Es elemental, hay que escuchar al Comité de la Regla Fiscal y al Banco de la República, porque los efectos son insospechados. Si ellos nos dan tranquilidad, procedemos, y si nos dicen que realmente se pueden generar daños en la economía, pues no lo podremos hacer. Hay temas muy complejos no discutidos. Nosotros no hemos propuesto ni siquiera negar el Presupuesto ni la reforma tributaria, aunque sí varios aspectos de ella, pero hemos dicho: primero se discute el Presupuesto, luego entra una reforma tributaria y, lo que salga de allí, se va a un presupuesto adicional. Ese es el deber ser.
Sería repetir la historia del Presupuesto de este año, ¿no?
Nosotros entregamos, en las comisiones económicas del Congreso, un cheque en blanco al Gobierno para el Presupuesto de 2024 de alrededor de quince billones de pesos, y dijo el director de la Dian de ese entonces que era capaz de recaudarlos en unos tribunales de arbitramiento y eso fue un fracaso rotundo y absoluto, y al Gobierno le tocó recortar en veinte billones de pesos el Presupuesto del 2024, ¿por qué nos piden otro cheque en blanco para el 2025? Yo creo que, al menos el Senado de la República, no está dispuesto a hacerlo.
¿Y qué opción le queda entonces al Gobierno Nacional?
El jueves dije en una reunión con varios de los ministros que discutiéramos reposadamente una tributaria, que aprobáramos no los 523 billones, sino 511, y que los 12 los discutiéramos por separado, y que lo que salga de ahí, a un presupuesto adicional, como ya lo dije. Yo fui muy franco en esa reunión, en el sentido de que había hecho una nueva encuesta en las comisiones terceras y cuartas, y estas insisten en que el deber ser es el procedimiento que acabo de expresar. Espero que el Gobierno actúe con sensatez, y acepte la reducción de los 12 billones.
Hay preocupación entre los colombianos porque hay cuatro reformas a la salud radicadas y aún no se comienzan a discutir, pero cada vez sí hay muchas quejas sobre el funcionamiento de las EPS...
La palabra mágica es la concertación. El sistema de salud lo han llevado a un estado crítico, fundamentalmente por la insuficiencia financiera y la baja financiación a la UPC, lo cual ha generado una falta de pagos; el giro directo va al 80 % y el otro 20 % no aparece nunca. Estamos en un punto crítico de un sistema de salud que ha sido serio, robusto y que, del 66 % de opinión favorable, hoy se está destruyendo. Habrá que concertar sobre las reformas que se requieren. lo que no podemos aceptar es la estatización total del sistema de salud. Dicen que el que no conoce la historia está condenado a repetirla, y la historia del Seguro Social la conocemos. ¿Por qué vamos a repetir la amarga experiencia de la burocratización, la estatización y la politización que sucedió en el Seguro Social?
¿Cree que, con lo dicho por el presidente Petro sobre que lo quieren matar y lo del golpe de Estado, en el Congreso sí hay el ambiente que se necesita para discutir las reformas sociales?
Yo esperaría que, al menos en estos debates democráticos se respete la decisión de los poderes públicos, de la Justicia y del Legislativo. Realmente no veo ningún golpe de Estado, creo que solo lo ven en Casa de Nariño, pero no veo sectores interesados en eso ni en asesinar a un presidente. Este es un país democrático por excelencia, estemos o no de acuerdo con un Gobierno, ya lo elegimos por cuatro años y tiene que terminar, así que no estoy viendo esos fantasmas en este momento.
¿Y cómo ve hoy el papel del ministro del Interior, Luis Fernando Cristo, quien, cuando se posesionó, dijo que se iban a concertar las reformas del Gobierno?
Él entró con mensajes muy positivos sobre la conciliación, no sé qué pasó, si fue que le amarraron las manos por tanto hablar de conciliación de la salud, pero de eso absolutamente cero. Yo creo que, si no dejan desarrollar la posibilidad de concertación del Ministro, realmente sus días en el Gobierno Nacional pueden estar contados.
Para finalizar, ¿qué opina de la crisis de los diálogos con el ELN?
El principal problema en las regiones del país y aquí, en el Valle del Cauca, es precisamente la seguridad. A mí me parece que hay procesos, como el del ELN, que deben terminar, y se les debe perseguir. Por qué le damos todavía mayor apertura cuando, mire la masacre que acaban de cometer, siguen narcotraficando, extorsionando, secuestrando, y la Fuerza Pública está maniatada, porque supuestamente hay un proceso de paz que, en mi opinión, no existía. El ELN, no tiene estructura piramidal, el Gobierno dice que quiere negociar y lo que están ellos es aprovechando para su fortalecimiento. Mientras eso no lo entendamos, esos problemas de seguridad van a seguir creciendo, y son la principal queja que uno encuentra cuando visita regiones del país.