Por Sofía López
En la que parecía la mala hora del presidente Gustavo Petro, a propósito del estancamiento de su agenda legislativa, la crisis económica, la baja en las encuestas y el aumento de la violencia, pudo sacar adelante la reforma a la salud en la Cámara, el proyecto que más costo político le ha significado.
Por ello, vale la pena preguntarse si ese triunfo, como lo calificó el oficialismo, es la antesala de lo que sería la reconquista de su gobernabilidad o solo es una pequeña victoria que no prevalecerá hasta el próximo año, como lo asegura la oposición.
Sara Moreno, directora de la Escuela de Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad de San Buenaventura, responde que “no implica que mejore su gobernabilidad porque, de todas las reformas estructurales que Petro prometió en campaña, solo le han aprobado esa en Cámara y falta el Senado”.
Agrega que “a medida que avance el Gobierno, será más costoso para el Presidente tener los apoyos que requiere en el Congreso”.
A su vez, el director del doctorado en Estudios Sociales de la Universidad del Rosario, Carlos Charry, explica que el Ejecutivo “habla de un triunfo porque casi que se daba por perdido el proyecto hace unas semanas, pero finalmente se logró sacar adelante con algunos recortes importantes”.
“Sí podemos hablar de que hay algo de recuperación de gobernabilidad en términos de la relación con algunos representantes en concreto, es decir, se están estableciendo nuevos vínculos y vasos comunicantes con los partidos, pero eso no quiere decir que esté 100 % recuperada o que tenga el punto de equilibrio necesario para gobernar”, indica.
De hecho, para algunos analistas, la aprobación de la reforma en la Cámara no es un indicio de lo que sucederá con el paso del proyecto por el Senado, así como con otras iniciativas, porque la fórmula para conseguir votos se quedó sin pilas.
“Es cierto que después de las elecciones locales la Administración ha logrado un mayor acercamiento con los congresistas a través de los nuevos mandatarios electos, pero esto funciona mejor en la Cámara que en el Senado, el cual está ligado a una circunscripción nacional. Entonces, seguramente el panorama sigue siendo muy difícil para el Ejecutivo”, dice el politólogo Yann Basset.
Además, para Moreno la iniciativa de la salud pudo pasar en Cámara porque “el Gobierno ha estado dispuesto a negociar con congresistas y se está reuniendo con grupos políticos regionales. Por ejemplo, la gobernadora electa en el Valle, Dilian Francisca Toro, expuso una posición en contra de la reforma, pero los miembros de su grupo político le hacen cuórum y votan a favor varios de sus artículos”.
“La Casa de Nariño deslegitimó a la oposición y a los independientes, quienes han evidenciado que el modelo propuesto tiene contradicciones incluso dentro del mismo gabinete, con el concepto del Ministerio de Hacienda”, plantea.
A su vez, el analista político Jorge Tamayo comenta que más que un triunfo en la Cámara, lo que sucedió allí fue una negociación.
“En los negocios se tiene que estar todo el tiempo pendiente de mantener las fuerzas en equilibrio, el problema es que, si se tiene a muchos actores dentro de ese convenio, cuando se favorece a unos, se desfavorece a otros y se pone en riesgo lo que se estaba intentando conseguir”, señala.
Explica que “desde el Gobierno están trabajando muy fuerte en mejorar la imagen pública y política del Mandatario y con ello arrastrar la voluntad de los congresistas por un sentido de obligación. Es decir, ¿cómo van a ir en contra de las ideas de un presidente popular?, es muy difícil porque significaría que se pondrían en el ojo del huracán por atacarlo”.
Sin embargo, Tamayo alerta que es un ejercicio difícil de mantener y que no se está dando en un panorama político transparente para que se pueda consolidar.
Sin votos en el Senado
“Si acaso, el Presidente tiene en el Senado 40 o 44 votos de 56 que necesita para aprobar la reforma. Eso no quiere decir que las cosas vayan a ser imposibles para que avance, pero sí puede hacer que tenga muchas más dificultades de las que el propio Gobierno cree”, advierte Charry.
Menciona que “si bien las relaciones han mejorado, no están del todo consolidadas en una coalición que logre aprobar los proyectos de ley, incluido el de salud, por lo que habrá que ver cómo se desarrollan esas discusiones en el 2024″.
Basset, por su lado, sostiene que la aprobación de la reforma a la salud en la Cámara sí es un éxito del Gobierno, pero “es apenas una batalla en una lucha que parece muy complicada para la Casa de Nariño”.
Añade que “si ha sido muy difícil en la Cámara de Representantes, donde se supone que tenía una mayoría y que sería más sencillo, pues no se augura una aprobación fácil en el Senado, a menos de que realmente se negocien sustanciales cambios en el contenido del proyecto”.
Y Sara Moreno observa que “difícilmente el Jefe de Estado contará con los apoyos en Senado para la aprobación de la iniciativa. Tendrá que ajustar técnicamente el proyecto, y el Ministerio de Hacienda deberá dar el visto bueno”, solicitud que llevan haciendo las colectividades desde que se presentó la iniciativa.
Los que ganaron
Alfredo Mondragón y Martha Alfonso
Él, del Pacto Histórico, y ella, de la Alianza Verde, fueron los coordinadores ponentes de la reforma a la salud en la Cámara y se convirtieron en sus defensores en la Comisión VII y en la plenaria. Ella fue recusada y estuvo días por fuera del debate.
Gustavo Petro
Lograr avanzar al Senado con su principal apuesta legislativa es un triunfo para el Presidente.
Jennifer Pedraza
La representante por Dignidad & Compromiso se opuso a la reforma con argumentos bien sustentados, lo que le dio visibilidad ante la plenaria.
Andrés Forero
Ponente por el Centro Democrático, en cada sesión demostró conocer a fondo el proyecto, recházandolo con argumentos y anunciando vicios de trámite. Supo ganarse el respeto del oficialismo.
Catherine Juvinao y Katherine Miranda
Representantes por el Partido Alianza Verde, se apartaron de la coalición de Gobierno para convertirse en críticas de la iniciativa, pero planteando también alternativas.
Andrés Calle
El liberal presidente de la Cámara logró sacar adelante la discusión del proyecto, en medio de la batalla política que libraban el oficialismo y la oposición.
Carolina Arbeláez
Esta integrante de Cambio Radical fue otra de las sorpresas en la oposición, al sumarse de manera férrea a las críticas a la reforma.
Los que perdieron
Álvaro Uribe y el Centro Democrático
Primero en un tono más conciliador, con tinto incluido, y al final con afirmaciones fuertes, el expresidente no logró hundir la reforma en la Cámara. Tampoco fueron suficientes las demás voces del partido, incluida la del también exmandatario Iván Duque.
César Gaviria
El jefe del Partido Liberal no logró la obediencia de su bancada, pese a la amenaza que lanzó a última hora de declararse en independencia frente al Gobierno. Al final, la reforma a la salud sumó muchos votos ‘rojos’, quedando en evidencia el poco liderazgo que el expresidente ejerce al interior de su colectividad.
Luis Fernando Velasco
Aunque se logró aprobar el proyecto de ley, la falta de liderazgo del Ministro del Interior fue evidente en varios momentos del debate. Además, una propuesta suya obligó a suspender la votación en uno de los días decisivos, tras denunciarse que podría favorecer la corrupción en el sector salud en las regiones.
Guillermo Jaramillo
Haber metido el debate de las vacunas contra el Covid-19 en medio de la polémica por la reforma a la salud no salió bien. Ahora, el Ministro de Salud deberá enfrentar una moción de censura convocada por la oposición, tras acusarlo de realizar una mala gestión.
Partidos Conservador, de la U y Alianza Verde
El paso del proyecto por la Cámara dejó sobre la mesa la falta de cohesión de estas fuerzas políticas.