“La estrategia que consiste en ‘quebrar’ todas las instituciones existentes para construir un nuevo régimen se conoce como ‘revolución’. Se describe como un proceso radical y generalmente violento en el que se derrocan las estructuras de poder establecidas y se reemplazan por un nuevo orden político, social y económico”.
Así analiza la politóloga Nury Gómez el anuncio del presidente Gustavo Petro sobre los cambios que vienen para las prestadoras de salud y el nuevo sistema que implementará en el país, tras conocerse la caída de la reforma a la salud y las intervenciones del Gobierno a las EPS Sanitas y Nueva EPS.
“Petro culpa y hace responsables del hundimiento de la reforma a senadores que ‘recibieron dineros de EPS en campaña’ y no asume ninguna responsabilidad del debilitamiento del sistema, el flujo financiero, el desabastecimiento y la intención soterrada de quebrar el sistema a través de impagos e intervenciones a entidades de salud”, menciona Gómez.
A su vez, el analista John Mario González señala que “con el acoso y las quiebras de las EPS, inducidas por el Gobierno, y la estatización del sistema de salud por la puerta de atrás -con las intervenciones arbitrarias de las EPS-, el Presidente no solo está exhibiendo su carácter tiránico, sino que tendrá que asumir la responsabilidad por las miles de muertes que las malas decisiones en salud provoquen en Colombia”.
Para él, “el país está caminando un peligroso sendero de ensayo autoritario en combinación con un bloqueo institucional en el Congreso que no se veía desde hace 70 años. Es una situación en la que el Ejecutivo perdió por completo, desde hace 13 o 12 meses, la iniciativa frente al Legislativo”.
Esa opinión fue compartida por el exministro de Salud Alejandro Gaviria, quien anotó que antes de una intervención, se deben hacer planes de mejora, luego medidas de vigilancia especial y, como última medida, ordenar la intervención, pero no se hizo.
“Esto va a afectar la vida de millones de personas, tendrá consecuencias sobre todo para los pacientes crónicos, hoy en día muchos de ellos en tratamiento y con gran incertidumbre, e incluso podría causar muchos muertos”, asevera quien hiciera parte del gabinete de Gustavo Petro.
Asimismo, el director del doctorado en Estudios Sociales de la Universidad del Rosario, Carlos Charry, explica que “si bien el Gobierno dice que todo seguirá funcionando, no habrá despidos masivos y se seguirá prestando el servicio, el mensaje de Petro da cuenta de que, para lograr lo que busca, se requiere de la constitución de una red más amplia con gobernadores, alcaldes y hospitales públicos”.
“A través de la Superintendencia de Salud, hay unas funciones que el Gobierno está obligado a ejercer en caso de que el sistema de salud entre en crisis, por eso se justifica la intervención, diciendo que por posibles malos manejos las EPS tienen problemas financieros que pueden llevar a su quiebra”, añade.