Aunque los partidos de La U, Conservador y Liberal presentaron su propia contrarreforma a la salud con la cual lograron negociar varios cambios a la radicada por el Gobierno, los liberales, con la vocería del expresidente César Gaviria, han evidenciado sus reparos con esa y varias iniciativas más del Ejecutivo.
De hecho, la semana pasada, luego de un encuentro con algunos miembros del gabinete, el jefe de los liberales aseguró que, si no se llegaba a un pronto acuerdo, su partido presentaría un documento independiente.
Le puede interesar: Mapi Velasco y Carlos 'el Mono' Sarasti revelan
el porqué buscan ser las nuevas caras en el Concejo de Cali
“Hay que tratar de encontrar un camino que nos permita, o hacer una discusión rápida y presentar un proyecto único y sacarlo adelante, o simplemente presentar cada uno su proyecto y en el Congreso los discutimos. Yo si tengo la preocupación que a este sistema hay que darle tranquilidad más temprano que tarde”, dijo Gaviria en su momento.
Es por ello, que la docente e investigadora Patricia Muñoz considera que aunque es normal que las diferencias se hagan públicas, es evidente que el líder liberal está defendiendo su trayectoria en la política colombiana.
“César Gaviria como político experimentado que es, expresidente, jefe del Partido Liberal, hace valer esa experiencia, esa fuerza del partido a través de procesos de negociación difíciles que le pueden representar de un lado beneficios directos en términos de cuotas burocráticas con el Gobierno”, explica Muñoz.
Agrega que por el otro lado “le representa una ventaja sobre el electorado defendiendo tesis que han sido propias del partido, mostrando una colaboración con el Gobierno, pero también una autonomía del partido y todo ello con miras a las elecciones territoriales de este año. Demostrando un movimiento político colaborador y autónomo que pueda competir de una manera directa”.
De su lado, el analista Camilo Ignacio González, señala que la relación en la coalición no tiene unanimidad en su pensamiento político.
Indica que, la que en un principio “fue una coalición que se montó con la idea y necesidad de un cambio, no deja de estar constituida alrededor de un proyecto electoral. Es una unidad donde no hay tantos debates internos, donde no todas las posturas están igualmente representadas”.
También, dice que “es normal que empiecen a haber conflictos internos, ya que las coaliciones son muy complejas de administrar en la práctica”.
Le puede interesar: "Lárgate del país, busca guardaespaldas": las amenazas que habría recibido Day Vásquez
“Hay una contradicción fundamental que tiene en este momento el Gobierno y es que su narrativa está a favor de que constantemente se esté dialogando y que todo sea muy concertado, pero a la vez la voz del presidente Gustavo Petro es muy fuerte y no siempre pareciera estar invitando a ese diálogo”, añade el analista.
De otro lado, respecto a una posible división entre los liberales y el Ejecutivo, Muñoz considera que es poco probable ese escenario debido a la naturalidad de las discusiones.
“Muy a pesar de todas las posiciones firmes e iniciales que muestran tanto el Gobierno como los partidos, que es parte natural de todo ese forcejeo político, de negociación, finalmente han podido sentarse, conversar y llegar a un acuerdo sobre cuáles son los puntos en donde los partidos ceden o donde la Administración también lo puede hacer”, menciona la docente.
Sin embargo, señala que es evidente que el principal interesado en que se mantenga esa coalición es el Mandatario.
“El cambio solo se logra a través de esas reformas y el presidente Gustavo Petro sabe que necesita unas mayorías en el Congreso que puedan empujar, aprobar y apurar estas reformas. El mandatario los necesita, los partidos se saben hacer necesitar, pero también quieren estar cerca del Gobierno por los beneficios que les puede generar”, explica Patricia Muñoz.
Por su parte, el analista considera que esta situación es normal en medio del debate, pero destaca que es importante tener presente que es la diversidad de pensamiento de la coalición la que hace que se generen continuamente las diferencias.
“El Partido Liberal hace parte de esa coalición, hubo y hay personas del liberalismo en el Gobierno, pero no es una coalición que esté muy articulada en principios fuertes, si hay idea de algunas reformas que eran necesarias, como una forma de contribuir al cambio, pero realmente es muy diverso lo que hay en ella y es normal que pasen cosas como las que vemos”, dice Camilo González.
Y agrega que ese tipo de desencuentros “van a seguir pasando. No sé si el Partido Liberal está cerca de volverse de oposición, pero después de un tiempo, con la presión y el desgaste de todas las reformas, puede ser posible que se vaya fragmentando la coalición y que, eventualmente, cuando comience el juego electoral, se empiecen a proyectar otras personas para esos comicios”.
Los otros reparos
De hecho, la presentación de la reforma a la salud no fue la primera iniciativa del Gobierno en la que los liberales se distanciaron. Recientemente los liberales cuestionaron la salida del exministro de Educación, Alejandro Gaviria.
Le puede interesar: ¿Mensaje para el Gobierno? Gobernadores exigen "Libertad y Orden" a través de redes
“Me asiste el temor de que lo que terminó prevaleciendo fueron las exigencias de la ministra Corcho, quien a lo largo del proceso de discusión de la reforma de la salud ha sido intolerante, no acepta críticas, ni ideas diferentes”, dijo César Gaviria tras el anuncio.
El expresidente también se pronunció sobre la decisión de Petro de asumir el control de la regulación de los servicios públicos: “Este no es el momento para destruir lo existente y, por razones ideológicas, recrear la situación del pasado, con todos sus problemas, males y carencias. No se puede correr el riesgo de que bajen las coberturas y se deteriore la calidad”.
La reforma tributaria tampoco se salvó del rechazo de los liberales, ya que Gaviria expuso en un documento de 17 páginas las razones por las que no estaba de acuerdo con la tributación de personas naturales, el impuesto al patrimonio, a las pensiones, al sector minero y de hidrocarburos, a los dividendos, entre otros.