Un gran número de ciudadanos venezolanos recibieron el 8 de septiembre al opositor Edmundo González Urrutia, quien llegó a Madrid, España.
La llegada del diplomático la confirmó el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en su red social X (antiguo Twitter).
“Edmundo González, a solicitud suya, vuela hacia España en un avión de las Fuerzas Aéreas españolas. El Gobierno de España está comprometido con los derechos políticos y la integridad física de todos los venezolanos”, escribió el funcionario.
Junto a González, aterrizó en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz su esposa Mercedes y el secretario de Estado de Asuntos Exteriores y Globales, Diego Martínez Belío, quienes fueron recibidos por la secretaría de Estado para Iberoamérica y el Español en el Mundo, Susana Sumelzo.
“A partir de ahora, comenzarán los trámites para la petición del asilo, cuyo resolución será favorable en aras del compromiso de España con los derechos políticos y la integridad física de todos los venezolanos y venezolanas, especialmente de los líderes políticos”, confirmó ese despacho español.
El vuelo
El avión militar que llevó a la capital española a Edmundo González, es del modelo F900 Dassult Falcon, que hizo la primera escala en el aeropuerto Internacional de las Américas, Punta Saucedo, República Dominicana. Luego, se detuvo en el aeropuerto de Lajes, en la isla Terceira del archipiélago de las Azores, para luego aterrizar en la pista de Torrejón. Ahí fue recibido por su hija menor, quien vive en Madrid desde hace 10 años.
A las afueras de la base militar, varios simpatizantes se ubicaron con banderas en mano para darle la bienvenida a su líder político y opositor Nicolás Maduro.
Varios venezolanos se acercaron hasta la base militar. “Vengo a darle la bienvenida a mi presidente. No me siento desilusionada, todo lo contrario. Estoy feliz de que desde afuera pueda hacer otras cosas. Tengo la certeza también de que la líder María Corina Machado sigue con fuerza y garra en Venezuela”, dice Jasleni Pirela, venezolana que lleva siete años exiliada en España.
“Me morí cuando escuché que iba a venir y como vivo aquí en Torrejón, dije ‘tengo que venir’. Hay que darle la bienvenida a nuestro presidente. No me siento decepcionada. Esto no tiene por qué desanimarnos. Además, es un señor mayor y se merece estar aquí”, opina Johanna Gorrín, diez años ya fuera de Venezuela, con su hijo de dos años en brazos.