La caída del presidente Gustavo Petro en las encuestas, la masiva participación en las marchas en contra de las reformas sociales, las colectividades que ‘partieron cobija’ con el Gobierno, la creación de movimientos políticos con ideologías contrarias al Ejecutivo y anteriores aliados que han empezado a tomar distancia.
Para los expertos consultados, los anteriores son indicadores de que la impopularidad del Jefe de Estado se han empezado a consolidar, representando una oportunidad para que la oposición fortalezca su influencia política y trate de seducir a un futuro electorado.
“Ante un gobierno incompetente, la sociedad genera una especie de resiliencia y eso es lo que está sacando a la superficie a la oposición”, explica el analista político John Mario González.
Agrega que “ningún gobierno en Colombia, en la era democrática, había iniciado tan mal como la Administración de Gustavo Petro. Ni siquiera el de Ernesto Samper, que tuvo el escándalo de la financiación de su campaña por parte del narcotráfico y dejó al país quebrado, ni el de Andrés Pastrana, que lidió con la quiebra y con un proceso de paz sin pies ni cabeza”.
Y continúa: “Si el Ejecutivo sigue cometiendo tantos errores, la oposición los va a capitalizar y va a quedar como una administración lisiada y sin iniciativa, sobre todo, frente al Congreso. En los meses por venir lo que puede ocurrir es que se dé una pérdida de las mayorías en el Legislativo. Cada vez será mayor la voz para que dejen al Gobierno sin iniciativas”.
Al respecto, el senador de Cambio Radical Carlos Fernando Motoa indica que “es importante destacar que, siendo la oposición minoría política, hemos corregido asuntos que el Gobierno y su partido querían tramitar en el Congreso, que afectaban las instituciones, como la reforma política, la ley de orden público, aspectos importantes del Plan Nacional de Desarrollo y la reforma tributaria”.
En ese sentido, su colega conservador José Alfredo Marín observa: “En este momento veo que hay más congresistas conscientes de la grave situación a la que nos quiere llevar este Gobierno, en cabeza del presidente Petro. Las reformas y políticas que quieren implementar van en contra de los colombianos”.
De hecho, partidos que acompañaban al Mandatario desde el Congreso, como el Conservador y la U, se declararon independientes, luego de que no lograran llegar a acuerdos sobre la reforma a la salud y de que el Presidente anunciara que la coalición se había roto, mientras pedía la renuncia de todo su gabinete, en el que había miembros de esas colectividades.
Desde ese momento, los ‘azules’ no han dudado en expresar sus desacuerdos con los proyectos del Jefe de Estado: “El Partido Conservador camina con la frente en alto, es un partido adulto, de 174 años, que no se arrodilla al poder; que no se arrodilla a los llamados burocráticos para votar reformas que van en contra de los colombianos. Es un partido que tiene dignidad e identidad”, dijo en días pasados el presidente de esa fuerza política, Efraín Cepeda.
Incluso, la colectividad sancionó al representante Jorge Quevedo por haber firmado la ponencia de la reforma laboral, que permite el inicio del debate de esa iniciativa, porque “no representa la posición oficial del partido”.
De su lado, la presidenta de la U, Dilian Francisca Toro, comentó esta semana, luego del anuncio de que el partido ya no acompañará al Ejecutivo: “Estamos en un momento histórico de cambio, pero esos cambios deben ser consensuados, dialogados, incluyentes, y más bien llamando al diálogo, no a la confrontación”.
Hasta el momento, los liberales no han decidido si ‘partirán cobija’ con el Presidente, pero lo que es cierto es que el líder de esa fuerza política, César Gaviria, ha endurecido su oposición a las iniciativas que impulsa la Administración de Gustavo Petro.
¿Una coalición de oposición?
“El mayor reto es que los partidos de oposición podamos reunirnos, generar consensos y, ojalá, actuar conjuntamente en las plenarias y las declaraciones públicas. Es un desafío y es lo que nos corresponde ahora con lo que se avecina en las elecciones locales y regionales, que tengamos candidatos que generen contrapeso desde los territorios al Gobierno”, señala Motoa.
Sobre esa posibilidad, la senadora del Centro Democrático Paloma Valencia considera: “Creo que lo habrá con Cambio Radical, pero con los partidos Conservador, Liberal y la U hay unas conversaciones en torno a lo que es bueno para Colombia, y ese debe ser el criterio. Uno no debe votar contra el Gobierno por ser él, sino que debe votar contra los malos proyectos”.
Para el analista González, “aunque no hay un liderazgo claro en la oposición, y puede que no lo haya próximamente, lo que va a ocurrir es que ese sector sienta cada vez mayor respaldo de la opinión ante los errores del Gobierno, y poco a poco encuentre puntos en común”.
Sin embargo, para el consultor político Álvaro Benedetti, “el Congreso va a migrar, como ya se viene dando en el cierre de esta legislatura, hacia un nivel de polarización muy alto entre un sector antipetrista, no necesariamente unido, y otro que es progobierno y que va a intentar hasta el último momento animar las reformas”.
Explica que “la derecha está también fragmentada; no hay un proyecto de país común sobre el cual uno pueda ver líneas programáticas coherentes que reúnan las posturas de los partidos hoy en oposición, Centro Democrático, Cambio Radical, y algunas minorías que están dispersas en el Legislativo”.
En resurgimiento
Los frecuentes tropiezos del Gobierno también han revivido a varios líderes políticos de derecha, quienes se han incorporado de nuevo al diálogo político, como es el caso de Álvaro Uribe, Germán Vargas Lleras, Andrés Pastrana y Enrique Gómez.
“Anticipo que el señor presidente Petro se quedará cada vez más solo en esos palacios enormes y fríos. Y es en ese momento cuando tendremos todos que estar más alerta que nunca”, dijo hace algunas semanas el exvicepresidente Vargas Lleras.
A su vez, el director del partido Salvación Nacional, Enrique Gómez, señaló su preocupación luego del discurso que dio el Mandatario desde el balcón de la Casa de Nariño en el que “expresó su agradecimiento a sus milicias urbanas de la Primera Línea”.
“Debemos prepararnos como Nación, en la oposición, en la sociedad civil y la prensa para la posibilidad de una nueva toma de Cali y de Popayán por parte de estos cuerpos guerrilleros disfrazados de paramilitares bajo el mote de guardias indígenas y campesinas”, dijo Gómez.
Otro indicador es la búsqueda de personerías jurídicas para partidos de centro y derecha, que se ha incrementado en los últimos meses. Así lo prueban Creemos, de ‘Fico’ Gutiérrez; En Marcha, de Juan Fernando Cristo; Nueva Fuerza Democrática, de Andrés Pastrana; Dignidad, de Sergio Fajardo y Jorge Robledo; Salvación Nacional, de Enrique Gómez, y La Fuerza de la Paz, de Roy Barreras.