El anuncio del presidente Gustavo Petro sobre la declaración de un día cívico para el próximo martes 18 de marzo ha generado reacciones diversas entre los mandatarios locales. Uno de los primeros en pronunciarse fue Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín, quien rechazó la medida y confirmó que en la capital de Antioquia todas las actividades seguirán con normalidad.
A través de su cuenta en X (antes Twitter), Gutiérrez fue categórico al afirmar que el sector público de la ciudad continuará operando sin interrupciones. “El martes 18 de marzo los servidores públicos de Medellín trabajaremos con normalidad. No detendremos las instituciones educativas, Buen Comienzo, los servicios de salud, EPM ni ninguna otra institución pública”, publicó el mandatario.
La postura del alcalde responde a la decisión de Petro, quien decretó el día cívico con el objetivo de facilitar la participación ciudadana en las movilizaciones en defensa de sus reformas sociales. El presidente invitó a diversos sectores, incluyendo pueblos indígenas, organizaciones agrarias y usuarios campesinos, a manifestarse sin temor. “Ningún patrón podrá despedir a un trabajador por asistir a la defensa de sus propios derechos porque estaría violando la ley”, señaló el mandatario durante un evento en Aracataca, Magdalena.
Sin embargo, Gutiérrez defiende que la prioridad de su administración es la estabilidad y el crecimiento económico. “Que siga creciendo la economía. Que se sigan generando miles de empleos de buena calidad y bien pagos. No existe mejor política social que la generación de empleo. A seguir trabajando”, puntualizó.
La decisión del alcalde de Medellín ha sido respaldada por diversos sectores, especialmente por empresarios y comerciantes que consideran que interrumpir las actividades podría afectar la productividad de la ciudad. No obstante, algunos críticos afirman que la medida presidencial tiene un carácter simbólico y que garantizar la participación en las protestas también es parte del ejercicio democrático.
Por su parte, el Gobierno Nacional sostiene que el día cívico forma parte del proceso de consulta popular que el presidente busca impulsar para que la ciudadanía decida el futuro de sus reformas, particularmente las de salud y trabajo. En ese sentido, se espera que en otras ciudades del país haya posiciones divididas respecto a la aplicación de la medida.
El próximo martes será clave para evaluar el impacto de la convocatoria, tanto en la asistencia a las manifestaciones como en el funcionamiento de los servicios públicos y privados. Entretanto, Medellín ya ha dejado claro que no se sumará a la jornada de cese de actividades promovida por la Casa de Nariño.