El pasado 4 de junio la primera dama Verónica Alcocer radicó ante la Fiscalía una denuncia por presunto hostigamiento agravado y una supuesta “estrategia sistemática de desinformación que atenta contra la dignidad humana, la honra y el buen nombre”. Lo curioso del asunto es que se trata de una de las personas más protegidas del Estado Colombiano. Además, que la denuncia no fue radicada en contra de ningún contradictor del gobierno, sino las mismas personas que están al servicio de la Casa de Nariño que dirige el presidente Gustavo Petro.
La carta de la primera dama habría sido motivada el pasado 1 de junio por una información que habría llegado a los medios “en la que se pretendía asociar mi nombre, imagen, rol y función con supuestos hechos de corrupción, presuntamente, ocurridos al interior del Gobierno nacional, específicamente con la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres”.
Agregó que dicha campaña “está siendo impulsada, incluso, por personas pertenecientes a entidades del Gobierno, que se han dedicado a lograr que, como en el pasado, la información falsa sea recogida por medios de comunicación u opinadores”. El motivo da la carta, sin embargo, podría estar asociado al director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), Augusto Rodríguez, quien es uno de los hombres más cercanos al presidente, aunque ella no lo ha mencionado con nombre propio.
Según la revista SEMANA, la relación entre la primera dama y el funcionario no se ha llevado en los mejores términos y al ser interrogado sobre su relación con la esposa del presidente Rodríguez respondió “No voy a hablar sobre ese tema”. Además, le dijo a la revista “no me quiero meter en la discusión de una supuesta guerra que no existe. Alguien se lo inventó, pero no, yo ya he hablado del tema con el presidente Gustavo Petro y nos parece absurdo”.
Además, la misma publicación asegura que Alcocer tampoco ha tenido una buena relación con el exdirector del Dapre Carlos Ramón González, ni con la mano derecha del gobierno, Laura Sarabia. Una fuente que la revista no identifica por seguridad sostiene que la solidaridad con los funcionarios que están envueltos en escándalos dentro del Palacio es poca. A la exconsejera para las regiones, acusada en el escándalo de la UNGRD, no le contestan el teléfono en el palacio presidencial, Gustavo Petro no le volvió a responder los mensajes y algunos funcionarios la han bloqueado de sus teléfonos celulares. “Ella buscó a un congresista para que le tendiera puente con el presidente, pues quería contarle toda su versión de los hechos, pero no fue posible. Sacar a un funcionario del Gobierno Petro es fácil”, dijo la fuente a la revista.
Por último, el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, dio a entender que las denuncias están plenamente soportadas, pues, “una persona como la primera dama no va a hacer una afirmación si no tiene elementos de juicio muy fuertes. A veces uno sentiría que puede haber más colaboración”.